Situación y evolución de la economía circular en España
3.1.2 CIUDAD SENSIBLE AL AGUA (CSA) Y LA CIUDAD ESPONJA
De acuerdo con Brown et al. (2009), para alcan- zar el estado de CSA se debe llevar a cabo una transición a través de seis estados urbanos, cada uno de los cuales se caracteriza por un contrato hidro-social específico y modelado por el contexto tecnológico, ideológico e institucio- nal. El marco de transición es una secuencia de fases que inician con el sistema rígido conven- cional y avanzan hacia un estado urbano más flexible y diversificado. Una ciudad sensible al agua ha de intervenir en múltiples ejes, desde la captación de agua de las fuentes de abastecimiento a la depuración de aguas residuales, pasando por la gestión de aguas pluviales. Uno de tales ejes es impulsar una economía circular del agua en el ámbito urbano que realmente esté al servicio de la mejora de los ecosistemas. La reutilización de aguas puede contribuir a dicha mejora o, por el contrario, afectar negativamente a los sistemas naturales, en función de cómo se aplique, cues- tión que se aborda en el apartado siguiente. El término ciudad esponja ( sponge city ) se utiliza como un concepto muy parecido a la CSA, especialmente en China, para definir un tipo de ciudad que no actúa como un sistema impermeable que impide que el agua se filtre a través del suelo, sino que, como una esponja, absorbe el agua de lluvia, que luego es filtrada naturalmente por el suelo y permite que alcan- ce los acuíferos urbanos. Las ciudades esponja son ciudades estructuradas y diseñadas para capturar agua de lluvia y utilizarla para reducir inundaciones. La iniciativa «Ciudad esponja» es un marco de política nacional chino que se centra en la gestión sostenible de aguas pluviales urbanas en 16 ciudades chinas. Las ciudades esponja están diseñadas para afrontar los cuatro desa- fíos principales que se producen en la mayoría de las ciudades construidas con el modelo convencional lineal (menos agua disponible en áreas urbanas y periurbanas; agua contami-
El concepto de la ciudad sensible al agua (CSA, o WSUD por sus siglas en inglés) fue in- troducido por el Gobierno de Australia a través de la Commonwealth’s National Water Initiative, con el título de «Innovación y construcción de capacidades para crear ciudades sensibles al agua en Australia» (COAG, 2004). Surge como respuesta ante la necesidad del Gobierno aus- traliano de cambiar las políticas del agua para hacer frente a la creciente preocupación en torno al cambio climático y a las catástrofes re- lacionadas con el agua que resultan del mismo (Wong y Brown, 2009). El enfoque propuesto por la CSA no se basa en principios absolutos, sino que se presen- ta como una serie de factores específicos al contexto de análisis que pueden guiar a las ciudades a ser más sostenibles en el manejo del agua. En este sentido, comúnmente se habla del «contrato socio-hídrico» (Lundqvist et al. , 2001 en Brown et al. , 2009) como del acuerdo implícito entre comunidades, Gobier- nos y empresas en torno a la gobernanza del agua. El contrato socio-hídrico tiene como fin el encontrar vías adecuadas para «transformar las ciudades a través de la reconexión entre las mejores ideas y prácticas en el manejo del agua, el diseño urbano y el sistema socio-insti- tucional» (Wong y Brown, 2009). Brown et al. (2009) definen el Marco de Tran - sición Urbana del Agua y analizan la evolución histórica, ecológica, demográfica y climática de las ciudades a través de este concepto del contrato hidro-social. Este marco se ha desa- rrollado hasta ser una herramienta de evalua- ción comparativa para ayudar a los Gobiernos locales en la transformación de las ciudades, y lograr así una mayor sensibilidad al agua y a la sostenibilidad ambiental (Buurman y Pa- dawangi, 2018).
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