Había sufrido la muerte de un ser querido antes, pero nunca había experimentado el impacto emocional que me produjo este choque. Las emociones son indescriptibles; el choque y la trágica muerte de mi hermana Krystle me partieron el corazón. No hay un solo día en el que no piense en mi hermana y no la extrañe inmensamente. Debido a este accidente, mi vida y las vidas de nuestros familiares y amigos nunca serán las mismas. Durante estos momentos apóyate en tus amigos y tu familia tanto como puedas y necesites. Tómate el tiempo para llorar tu pérdida, para realmente sentirla; luego recuerda que para tí, la vida continúa. Vívela de una manera que a ellos los habrían hecho sentir orgullosos. Va a tomar tiempo encontrar un nuevo sentido en la vida, pero sucederá. Encontrarás un nuevo sentimiento de esperanza y alegría.
En 2006, Melissa tenía solo 17 años cuando su hermana Krystle fue asesinada en un accidente relacionado con la conducción bajo la influencia de sustancias.
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