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APRENDER DE LOS ERRORES: LECCIONES DE 30 AÑOS COMO EMPRESARIO
Lo que aprendí es que tolerar un mal desempeño o una mala conducta afecta el rendimiento de todo el equipo. En los últimos dos años, he tomado más decisiones difíciles que en el resto de mi vida profesional. Un error muy común en los empre- sarios fundadores es no prestar atención a los números e indicadores clave, por estar demasiado ocupados con las tareas urgentes. Durante muchos años manejé el negocio sin mirar los números financieros, enfocándome solo en vender más y mantener márgenes saludables. Al descuidar los gastos, puse a la empre- sa en problemas en más de una ocasión. Por mucho tiempo, RSI se manejó como una empresa que vendía a cualquier compañía o persona física que necesitara nuestros productos y servicios. No teníamos un objetivo claro ni una visión de hacia dónde queríamos ir; el negocio simplemente se movía con las tendencias del mercado, siguien- do las exigencias de clientes y provee- dores mucho más grandes que noso- tros. Finalmente, hace casi cinco años, redacté la visión 2024 de RSI México, en la que plasmé en blanco y negro cómo se vería la compañía al final de esos cuatro años. Esta ha sido una de las mejores decisiones que he tomado, ya que nos ha ayudado a profesionalizar la empresa y a cumplir objetivos que, sin una visión clara, no habríamos imaginado.
POR: ENRIQUE COHEN, RSI MÉXICO
Otro error frecuente en mi vida ha sido postergar conversaciones difíci- les y evitar las confrontaciones. A lo largo de mi trayectoria, he tenido colaboradores excepcionales, perso- nas que realmente se comprometen y dedican su tiempo y esfuerzo a mejo- rar las cosas. Sin embargo, también ha habido personas que, tras un buen rendi- miento inicial, comienzan a bajar su desempeño. En esas situaciones, me ha faltado la determinación para tomar la decisión correcta y dejar ir a quienes no cumplen con sus objetivos.
En conclusión, todos cometemos errores, y es crucial aprender de ellos, pues nos brindan la experiencia necesaria para seguir creciendo como empresarios. Sin embargo, hay errores que se pueden evitar si hace- mos un análisis claro de nuestras motivaciones y de las tareas que no nos gusta hacer. Podemos contratar a personas que las realicen o apoyar- nos en coaches y consultores que, con su experiencia, nos ayuden a no cometer los mismos errores que ellos. Finalmente, reconocer que no lo sabemos todo y que existen perso- nas con otras herramientas y capaci- dades puede ser clave para llevar nuestras empresas a otro nivel.
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