SECCIÓN: SALUD Y BIENESTAR
¿CÓMO SUEÑAS QUE SEAN TUS PRÓXIMOS 30, 50, 70 AÑOS?
tos, empacados y enlatados, que contienen conservadores y sustancias dañinas. Un microbiota intestinal equilibrada, mantenida a través de una dieta variada, es clave para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y la producción de serotonina, que regula el bienestar. Por último, el cuidado de nuestros pensamientos también es crucial. La forma en que nos hablamos a noso- tros mismos impacta nuestra salud mental. Hablarse con respeto y empatía, como lo haría una madre amorosa con su hijo, fomenta la creación de nuevas neuronas y la reparación de los telómeros, promo- viendo la neuroplasticidad. La empa- tía hacia los demás, sonreír y abrazar- se sinceramente también contribuyen a la liberación de hormonas benefi- ciosas como la oxitocina y la serotoni- na. En conclusión, envejecer de manera saludable y feliz, tanto física como mentalmente, depende de nuestras acciones presentes. Al cuidar nuestro
Imaginando los próximos 30, 50 o incluso 70 años, surge la pregunta de cómo queremos vivir esa etapa de nuestras vidas. Algunas personas eligen no pensar en el futuro, buscan- do vivir el presente al máximo, sin considerar que nuestras acciones actuales son el fundamento de nues- tro mañana. Sin embargo, otros, como afirmaba el científico Santiago Ramón y Cajal, creemos que somos arquitectos de nuestro destino y escultores de nuestro propio cerebro. Esto implica que somos casi totalmente responsables de nuestra salud física y mental, en función de lo que hagamos o dejemos de hacer hoy y en los años venideros. La evidencia científica respalda la idea de que somos lo que pensamos, lo que comemos y cuánto ejercicio hacemos. Nuestro cuerpo funciona como una maquinaria perfecta, donde cada parte tiene su función específica, y si falla, el funcionamien- to general se ve afectado. Por ello, el cuidado de nuestra salud es crucial.
Primero, el ejercicio físico es funda- mental. Según la Sociedad America- na de Cultura Física, los adultos deben realizar al menos 150 minutos de actividad cardiovascular moderada a la semana, como caminar, usar la elíptica o la bicicleta estática con resistencia baja. Este ejercicio no solo activa la circulación y el sistema cardiovascular, sino que también reduce los niveles de sustancias relacionadas con el estrés, como el cortisol, y aumenta la producción de endorfinas y dopamina, mejorando el estado de ánimo. Además, el ejerci- cio previene la sarcopenia, que es la pérdida de masa muscular y funcio- nalidad, reduciendo el riesgo de dolo- res articulares, dolores de espalda y caídas. En segundo lugar, la alimentación es esencial para nuestra salud. Una dieta equilibrada debe incluir proteínas de calidad, una variedad de frutas, verduras, granos, leguminosas, y grasas saludables como el aceite de oliva, aguacate y coco. Debemos evitar alimentos ultraprocesados, refri-
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