Hoy en día, la bicicleta sigue siendo un medio de transporte esencial y versátil; según Statista, se calcula que en el mundo hay 508 millones de bicicletas que circulan a diario. Su uso se ha diversificado enormemente, desde el ciclismo como deporte hasta el transporte urbano o rural. En muchas ciudades, las bicicletas son una solución sostenible para reducir la congestión del tráfico y la contaminación. Además, la tecnología ha permitido la creación de bicicletas eléctricas, que facilitan el desplazamiento de largas distancias.
La bicicleta no solo es un medio de transporte, sino también una herramienta para promover la salud y el bienestar. Desde finales del Siglo XIX, se popularizaron los clubs de bicicletas para organizar competencias y salir a “rodar” a las afueras de las ciudades. En México durante el Porfiriato, la Union Cycle Club , organizó eventos de ciclismo en lo que ahora es el Paseo de la Reforma llegando a la actual zona de Santa Fe.
Recapitulando, desde su origen humilde hasta su papel crucial en la actualidad, la bicicleta ha demostrado ser una invención duradera y resiliente. Su adaptabilidad refleja la innovación humana y demuestra que un buen invento puede durar más de 150 años si es el adecuado.
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