enfocados en las metas. Cuando los especialistas en rehabilitación desarrollan e implementan un plan de atención, este debe incluir su valioso aporte como víctima y sobreviviente. Después de todo, nadie conoce su cuerpo mejor que usted mismo, y nadie entiende completamente su estilo de vida mejor que usted. Prepárese para responder preguntas acerca de su condición física, y tenga lista una lista de preguntas para sus terapeutas. Establezca metas realistas a corto, mediano y largo plazo. • Siga el plan de tratamiento. Con frecuencia, los terapeutas de rehabilitación le proporcionarán ejercicios o “tareas” que puede realizar en las noches, mañanas o durante su tiempo libre. El tratamiento es solo tan bueno como las metas y objetivos establecidos. Si no sigue el plan de tratamiento practicando o completando los ejercicios, su progreso puede ser lento. Además, es importante tener en mente que las compañías de seguros vigilan los planes de tratamiento y esperan ver resultados. Establezca un horario regular para completar los ejercicios y otras tareas terapéuticas y pida a su familia que le ayude con su plan de tratamiento. • Entienda su lesión. El conocimiento es poder. Haga muchas preguntas al médico que le está tratando y a los terapeutas de rehabilitación. Entre más sepa acerca de sus lesiones y limitaciones físicas, mejor preparado puede estar en el proceso de rehabilitación. Algunas veces ayuda hablar con otras víctimas y sobrevivientes que están afrontando las mismas lesiones u otras similares. • No pierda la esperanza. La rehabilitación puede ser un proceso largo, difícil. Algunas veces puede ser doloroso. Habrá días en los que se sentirá rendido o derrotado. Conserve un diario para reflejar
su progreso, para que cuando experimente un día o una semana difícil, pueda leer al respecto y recordar qué tan lejos ha llegado. Hable con amigos o familiares acerca de cómo se está sintiendo. Algunas víctimas y sobrevivientes buscan la ayuda de trabajadores sociales, consejeros o terapeutas profesionales si los sentimientos de tristeza o impotencia persisten.
No pierda la esperanza
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