PROGRAMA SAL
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Programa SAL
las entidades qué beneficiarios TPFE iba a derivar al programa y cómo tenían que trabajar con ellos.
Con una duración inicial de dos años, el desarrollo del programa demostró que la inserción laboral requería un horizonte temporal mayor y cierta flexibilidad, por lo que en las últimas licitaciones la duración del contrato se alargó a cuatro años y se introdujeron algunas modificaciones en los indicadores de objetivos.
El programa articulado a través de un CPR pagaba una cantidad estipulada de antemano en los pliegos de condicio- nes administrativas particulares por cada persona que conseguía empleo, definiendo ese resultado de inserción laboral de forma clara y precisa en dichos pliegos.
ANTECEDENTES Se trata de un ejemplo de licitación de la prestación de un servicio a través de un Contrato de Pago por Resultados (CPR), precursor en España por la fecha de comienzo de la prestación y por su largo recorrido y evolución posterior. Si bien previamente ya se llevaba a cabo un programa de acompañamiento para la inserción laboral de personas internas en tercer grado penitenciario, no se establecía de forma clara el resultado a alcanzar, pudiéndose considerar inserción laboral con solo un día trabajado, lo que no era deseable ya que no garantizaba la continuidad ni, por tanto, el objetivo de impacto posterior de inserción social de estas personas. A partir de 2001 se sistematiza el resultado, se adecúan y detallan los pliegos de licitación y se constituye el Programa SAL como tal, articulándose como un CPR. Si quieres saber dónde actuaba el programa SAL consulta el anexo 1. OBJETIVOS El programa SAL se orientaba a proporcionar apoyo individualizado a las personas internas que iniciaban su etapa de semi libertad o libertad condicional para conseguir la inserción laboral de los beneficiarios. A lo largo de las distintas licitaciones, el objetivo de inserción laboral fue adaptándose a la situación socioeconómica. El programa incidía no solo en el lado de la oferta (preparación de los beneficiarios) sino también en el de la demanda (empresas potencialmente empleadoras), a través de las siguientes acciones: • Promover la sensibilización empresarial hacia la contratación de este colectivo en riesgo de exclusión social. • Generar una red de empresas comprometidas con la inserción laboral de los beneficiarios del programa. • Motivar a los beneficiarios para la búsqueda activa de empleo a través de la consecución de logros concretos. • Facilitar a las personas beneficiarias las herramientas necesarias para mejorar su perfil de empleabilidad e incremen- tar así sus posibilidades de inserción laboral. • Acompañar y apoyar a los beneficiarios durante todo el proceso de búsqueda de empleo y mantenimiento de la actividad laboral. ARTICULACIÓN DEL PROGRAMAMEDIANTE CPR El servicio a través del que se articulaba este programa se licitaba desde el año 2000 a través de un contrato de servicios donde el órgano licitador era el TPFE y el licitante, entidades sociales entre cuyos fines se encontraba la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión. Accede a los pliegos de licitación en el anexo 3.
DEFINICIÓN DE POBLACIÓN OBJETIVO YMÉTRICAS DE RESULTADOS Se articularon medidas para evitar incentivos perversos como el cherry picking, es decir, la selección por parte de las empresas adjudicatarias, de aquellos beneficiarios más susceptibles de alcanzar el resultado objetivo. Para ello, en los pliegos de la licitación, TPFE se comprometía a derivar un número mínimo de internos que, de acuerdo a unos criterios objetivos establecidos por la Junta de Tratamiento Penitenciario, reuniesen los requisitos para poder integrar- se en el programa. Originalmente la Administración fijó de forma unilateral y rígida el resultado desencadenante del pago: empleo a tiempo completo durante 4 meses para el beneficiario. Esta forma de definir el resultado generó algunos problemas a las entidades adjudicatarias, quienes después de haber ejecutado la intervención siguiendo las pautas especificadas por la Administración, que no admitía ninguna flexibilidad, se encontraron con que en muchos casos no podían cumplir los objetivos de resultados a los que se habían comprometido y por tanto, no cobraban a pesar de haber tenido un efecto positivo en los beneficiarios. “Ganamos la licitación del SAL para Málaga y al principio nos fue fatal porque el programa no nos dejaba margen de manio- bra y solo cobrábamos si conseguíamos el resultado, que era poco realista para ese tipo de colectivo.” José Antonio Naveros, Asociación Arrabal-AID 4 . Los indicadores para determinar el éxito de la inserción laboral y, por tanto, el pago a las entidades adjudicatarias, fueron evolucionando en función del contexto económico. Primero se redujo de 4 a 3 el número de meses de duración del empleo, admitiendo también los empleos de jornada reducida. Finalmente, se fijó una fórmula más flexible que establecía el éxito cuando la persona conseguía un total de 90 días de alta en la seguridad social durante un periodo de 5 meses, en los que el empleo podía ser tanto a jornada completa como reducida.
Además, se modificó la definición de éxito de la inserción laboral para incorporar aquellos casos en los que, por la situación penitenciaria del interno, no era posible cumplir los requisitos anteriores, siendo suficiente demostrar su alta en la seguridad social durante 45 días ya fuera en jornada completa o reducida.
El programa contaba con una metodología de trabajo muy estricta definida por la Administración que especificaba a
4. Asociación Arrabal-AID trabajo por la plena incorporación social y laboral de las personas, especialmente las más vulnerables a través de acciones de acompañamiento e incidencia en el medio social.
Estudio de caso: Esquemas de colaboración público-privada con enfoque en resultados para la innovación y escalamiento del impacto social
Estudio de caso: Esquemas de colaboración público-privada con enfoque en resultados para la innovación y escalamiento del impacto social
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