Nunca debe ser necesario poner a los niños en peligro. Mi hijo Gavin sólo tenía 10 años cuando fue asesinado en un choque mientras iba en el auto con su papá. Mis hijos estaban en una visita forzosa de custodia con su padre quien tenía antecedentes por operar vehículos bajo efectos de intoxicación. No llevaba más de dos minutos en la carretera cuando causó el accidente. Ese día Gavin no tuvo la opción de elegir porque la persona en la que tenía que confiar le quitó ese derecho. Pagó con su propia vida por las malas decisiones de alguien más. Usted tiene que ser la voz de su hijo o hija. La conducción en estado de ebriedad es una decisión que la gente toma. Es algo que no debe pasar; puede ser prevenido. Mi esperanza es que compartiendo la historia de Gavin, algún otro niño estará a salvo. Aférrese fuertemente a quienes son su tesoro más preciado, porque la vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
Julie se considera a sí misma una sobreviviente, no una víctima. Ella habla ante grupos para abogar por un cambio con el fin de conservar a los niños a salvo.
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