¿Qué significa todo esto? La regulación propuesta tiene como objetivo proteger a los consumidores desde el punto de vista financiero y de datos. Debido a los incumplimientos, los gobiernos quieren ayudar a garantizar que los prestatarios no se salgan de control y que los criterios de préstamo reflejen el mismo estándar para los proveedores. Esto no solo afectaría el proceso de incorporación, sino que incluiría el seguimiento durante todo el ciclo de vida del cliente. También afecta la información que los proveedores deben compartir con los usuarios sobre los préstamos, así como los datos que obtienen de los usuarios. La protección de datos según el Reglamento General de Protección de Datos Europeo es sólida y Klarna ya ha sido multada en Suecia por violar las directrices. Para algunos proveedores de BNPL, es posible que los nuevos requisitos de cumplimiento no cambien mucho, pero para las fintech con términos más flexibles, mitigación de riesgos y transparencia, es probable que se realicen revisiones, si es que pueden operar. En última instancia, la regulación tiene como objetivo minimizar las pérdidas tanto para la empresa como para el cliente. Estaremos observando a Australia y al Reino Unido para ver qué tan exitosas son las regulaciones y cómo Estados Unidos y otros países seguirán su ejemplo. Y a medida que BNPL llegue a nuevas verticales e industrias, la forma en que pensamos sobre los microcréditos probablemente afectará tanto la regulación como el comportamiento de los usuarios.
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