INFORME COTEC 2024 | LA ECONOMÍA INTANGIBLE EN ESPAÑA | Evolución y distribución por territorios y sectores (1995-2023)
El esfuerzo inversor en los tres intangibles que ya se incluyen en la Contabilidad Nacional (AIPIB) - software , Investigación y Desarrollo (I+D) y otros activos ligados a la propiedad intelectual- sitúa a España en una posición rezagada dentro del conjunto de los nueve países considerados ( gráfico 1.2 , panel a), solo por delante de Portugal e Italia. Dentro de los activos intangibles incluidos en el PIB (AIPIB), se encuentra la inversión en software (panel b) que consiste en programación informática en sistemas operativos, aplicaciones, navegadores web, Inteligencia Artificial, etc. En 2022, último año disponible en el caso de los AIPIB individuales, España se sitúa en mitad de la tabla de países avanzados (panel b) nuevamente por delante de Italia, Portugal, Finlandia y Alemania. En inversión en I+D y otros activos de la propiedad intelectual, su posición es más rezagada, solo por delante de los Países Bajos, Italia y Portugal (panel c).
La evolución desde 1995 de la inversión en estos activos intangibles en España es una de las más dinámicas de entre los países considerados, si bien se debe principalmente a los años más recientes, tras la pandemia. La tasa de variación de la inversión de los activos intangibles contemplados por las Cuentas Nacionales en España es la más elevada si se considera el periodo completo (4,9%) y también destaca la de los tres últimos años 2020-2023, similar a la de Francia, primer país del ranking ( gráfico 1.3 ). Si distinguimos entre activos individuales dentro de los AIPIB, y teniendo en cuenta que el último dato disponible en este caso es 2022, la inversión en software la lideró Estados Unidos, tanto en el conjunto del periodo 1995-2022 como en el más reciente, 2014-2022, y los años pos-covid, 2020-2022 (panel b del gráfico 1.3). Otros países con un comportamiento especialmente dinámico fueron Suecia y Francia, tanto para el periodo
completo como en el más reciente. De los restantes, España fue el siguiente en tasas anuales de crecimiento entre 1995 y 2022, pero ello tuvo como origen la primera parte del periodo, hasta 2014, ya que en los años posteriores presentó una de las menores tasas de crecimiento. Tan solo el Reino Unido y Finlandia presentaron un dinamismo menor en estos años. La pandemia aceleró el crecimiento de este activo intangible en la mayoría de los países considerados, especialmente en EE. UU., Suecia y Francia, los tres con tasas de variación en el entorno del 10% anual entre 2020 y 2022. El mayor recurso al teletrabajo puede estar detrás de este resultado. En España, la inversión en software aumentó un 4% de media entre 2020 y 2022, un crecimiento superior al del periodo de recuperación tras la Gran Recesión, pero inferior al del periodo previo a esta. Llama la atención el caso de Finlandia, que presenta tasas negativas para este activo entre 2020 y 2022. Reino Unido y Portugal también muestran cierta desaceleración de este
tipo de inversiones en esos dos años.
La evolución del otro activo intangible AIPIB -la inversión en I+D más otros activos inmateriales- aparece recogida en el panel c del mismo gráfico 1.3. Portugal y España fueron los que crecieron a tasas más elevadas en el conjunto del periodo 1995-2022 en gran medida como consecuencia de los menores niveles de inversión de partida. Sin embargo, ambos países presentaron menores tasas de crecimiento en la segunda parte del periodo, mientras que en Estados Unidos, Italia, Reino Unido, Alemania y Países Bajos ocurrió lo contrario. La pandemia aceleró también la inversión en I+D en EE. UU., Italia, Reino Unido, Francia, Suecia, Finlandia y también España, mientras que tuvo el efecto contrario en Portugal, Países Bajos y Alemania. Entre 2020 y 2022, España fue el segundo país de los considerados en el que más aumentó la inversión en I+D, un 7,1% anual, solo por detrás de Suecia (9,9%) y superando incluso a EE. UU. (5,6%).
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