INFORME COTEC 2024 | LA ECONOMÍA INTANGIBLE EN ESPAÑA | Evolución y distribución por territorios y sectores (1995-2023)
2.1 La inversión en activos intangibles por tipo de activo El panel a del gráfico 2.1 replica el 1.11 pero únicamente para España, mientras que el panel b muestra las tasas de variación anuales de las mismas variables. Como se observa, la pandemia supuso una caída de una intensidad similar para el PIB y los activos tangibles, cercana al 11%, mientras que las inversiones en activos intangibles cayeron algo menos, un 8,8%. Además, una vez superado el 2020 los intangibles rebotaron con fuerza, creciendo casi un 12% en 2021 (una tasa muy alejada del 2,1% de los activos tangibles no residenciales), si bien han ido perdiendo fuelle los años siguientes. Crecieron un 6,6% en 2022 y un 1,9% en 2023. Este último año han sido superados por los activos tangibles, cuya inversión aumentó por encima del 3%. La evolución de los intangibles en España por tipos de activos desde 1995 muestra un comportamiento muy distinto entre
Una vez analizada la todavía retrasada posición internacional de España en el ámbito de los activos intangibles, este capítulo se dedica a analizar con más detalle las series de inversión en activos intangibles de España, que en este caso cubren un periodo más amplio con información detallada por tipo de activo y sector de actividad, por lo que permiten ver los efectos que la pandemia y otros eventos internacionales recientes han podido tener sobre este tipo de inversiones. El volumen de inversiones ejecutado a lo largo del tiempo es el que va a determinar las dotaciones de capital intangible disponibles, que se analizarán en los siguientes capítulos. El capítulo se estructura en tres apartados que muestran cómo ha evolucionado la inversión intangible en España desde la perspectiva de los activos, las comunidades autónomas y los sectores de actividad.
ellos ( gráfico 2.2 ). Así, entre 1995 y 2023 el software multiplica su valor por 4,4, la I+D por 3,6, el diseño y otros nuevos productos por 3,1, imagen de marca y la estructura organizativa por 2,5 y, por último, el capital humano específico de la empresa 5 -que había crecido apenas durante los primeros 24 años- colapsó a raíz de la pandemia que limitó la presencia de los trabajadores en los centros de trabajo y sus actividades formativas. En general, la pandemia tuvo un efecto negativo sobre la inversión en casi todos los activos. Tan solo la I+D mantuvo sus niveles en 2020 (con una tasa de crecimiento del 0,3%). Sin embargo, exceptuando el caso del capital humano específico de la empresa, la inversión intangible repuntó en 2021, superando ya los niveles previos a la pandemia ese año. 5. No hay que confundir el activo capital humano específico de la empresa con el capital humano total acumulado en España. El primero es el acumulado a partir de la formación continua en el puesto de trabajo financiada por la empresa, mientras que el segundo se refiere al conjunto de conocimientos, habilidades o capacidades que las personas adquieren a lo largo de su vida a través tanto de la educación formal como la no formal y la informal, así como de la experiencia.
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