C olaboradores
A mamos como fuimos amados
recibimos en el hogar, nos dota de la posibili- dad de reestructurarlo para bien, o para mal.
Todos tenemos necesidades psicológicas bá- sicas desde que nacemos, las cuales deben ser cubiertas para poder estructurar nuestra personalidad adecuadamente. Un niño que se sintió amado, aceptado, va- lorado, seguro y perteneciente a su núcleo familiar, se convertirá en un adulto amoroso, responsable, consciente, pleno y feliz, capaz de brindar a las demás personas gotas de amor, seguramente con la misma calidad de las que fue proveído en los tiernos lazos del hogar. El exceso de amor no echa a perder a las personas, sino la falta de límites, disciplina y valores.
E l amor que somos capaces de dar en nuestra vida adulta siempre es un reflejo del amor que recibimos en nuestra infancia, principalmente del amor recibido de nuestros seres queridos y, adultos inmediatos. En la medida que crecemos y, que la vida nos va dotando de experiencias, nos brinda la oportunidad de ir ratificando el amor que por : E lizabeth M árquez
Así que, no tengas miedo de amar de más a tu pequeño.
E lizabeth M árquez es P sicóloga
722 443 9233
V ive en A rmonía
42 • El Comercio Tradicional al Detalle • Abril 2025
Abril 2025 • El Comercio Tradicional al Detalle • 43
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