Revista Vivienda Infonavit Año 6 No 2 (Diciembre 2022)

El inicio de 2022 fue marcado por el estallido de una de las peores crisis que ha enfrentado el estado de Nuevo León: las principales fuentes de abastecimiento de agua para la ciudad de Mon- terrey y su área metropolitana agonizaban. Una declaratoria de emergencia por sequía extrema fue tan solo el comienzo de meses de incertidum- bre y revuelo social como consecuencia de las dificultades que varios sectores de la población experimentaron para acceder a este recurso. La crisis por escasez de agua en Nuevo León delató las desigualdades urbanas que conforman a la ciudad de Monterrey, al observarse las evi- dentes dificultades para acceder a servicios de agua potable que afrontan habitantes de algunos municipios metropolitanos, en contraposición con el consumo excesivo de otros. Antecedentes El estado de Nuevo León está ubicado en el nores- te de México. Su superficie es de 64 156.2 km 2 , la cual representa 3.3% de la totalidad del territorio nacional. Cuenta con una población de 5 784 442 habitantes, de los cuales 96% habita en localida- des urbanas (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [Inegi], 2020). Su superficie y clima son principalmente semiáridos, abarcando 63.4% del territorio. Asimismo, la mayor parte de la demarcación se ubica dentro de la región hidrológica Braco- Conchos, una región semidesértica con poca disponibilidad natural de agua, debido a la pre- cipitación escasa e irregular tanto en tiempo como en espacio (Fondo de Agua Metropolitano de Monterrey, Plan Hídrico Nuevo León 2050). Si bien la entidad está compuesta por 51 municipios, el desarrollo económico gira en torno al área metropolitana de Monterrey (AMM), compuesta por los municipios de Apodaca, García, General Escobedo, Guadalupe, Juárez, Monterrey, San Nicolás de los Garza, San Pedro Garza García y Santa Catarina, así como su zona conurbada comprendida por los municipios de Abasolo, Cadereyta de Jiménez, Ciénega de Flores, El Carmen, General Zuazua, Hidalgo, Salinas Victoria, Santiago y Pesquería. Es importante señalar que la legislación de Nuevo León otorga una participación dife- renciada a los municipios pertenecientes a la zona metropolitana. La Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano determina que, al integrarse un municipio a la zona metropolitana, este for- mará parte de la Comisión de Ordenamiento

Metropolitano de Desarrollo Urbano (en ade- lante, la comisión). La comisión es el órgano colegiado respon- sable de coordinar a los municipios integrantes de la AMM y al estado de Nuevo León, así como también es la entidad responsable de formular y aprobar el programa de zona metropolitana. Por todo lo anterior, la posibilidad de formar parte de la comisión implica que dichos municipios inciden en el proceso de toma de decisiones en la planeación y regulación del desarrollo urbano en el AMM, así como en la proposición de obras de infraestructura y equipamiento. En dicha comisión también participan diversos actores locales que desempeñan un rol significativo en torno al derecho a la vivienda y a los servicios públicos básicos, entre ellos, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), el Fomento Metropolitano de Monterrey (Fomerrey), 1 el Instituto de la Vivienda de Nuevo León y Servi- cios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM). Si bien la legislación estatal establece que los municipios conurbados también cuentan con una Comisión de las Zonas Conurbadas, el desarrollo y crecimiento de Nuevo León se ha enfocado sobre todo en su zona metropolitana. El desarrollo urbano en Nuevo León ha sido regido históricamente por su industria. El siglo XX detonó el crecimiento de la mancha urbana en su capital, Monterrey, provocando que se con- virtiera en una metrópoli a través de la forma- ción de barrios obreros. Más adelante, durante el periodo de 1940 a 1970, se integraron los munici- pios de Guadalupe, San Nicolás de los Garza, San Pedro Garza García, Santa Catarina, Apodaca, General Escobedo, Juárez y García; todos los cuales, al sumarse a la mancha urbana, impli- caron un importante aumento en la población 2 (Sousa, 2010). Desde la década de 1990 a la fecha se ha visto un proceso expansivo de la mancha urbana; dicho crecimiento se orienta hacia las perife- rias del AMM, en particular hacia los municipios ubicados en el nororiente: General Escobedo, Apodaca y Guadalupe (Sousa, 2010). La acelerada expansión de la mancha urbana durante el periodo de 1985 al 2000 estuvo acompañada, como es natural, por un aumento importante en la población de algunos municipios metropolitanos y conurbados; en particular puede apreciarse en los municipios de Apodaca, García, General Escobedo, Juárez y Pesquería.

128 Vivienda Infonavit • DICIEMBRE 2022

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