Revista Vivienda Infonavit Año 6 No 2 (Diciembre 2022)

Los pactos sociales que propician más igualdad contribuyen de forma crítica a que las ciudades se vuelvan más resilientes: menos desigualdad es más resiliencia.

Las ciudades de la Red de Ciudades Resilientes (2018) reconocen que incorporar la problemática de desigualda- des dentro de la agenda de resiliencia es de importancia sustancial porque: a. La desigualdad es una debilidad sistemática que restringe el crecimiento y la prosperidad de toda la población. Si bien la desigualdad golpea primero y más fuerte a aquellos grupos más vulnerables o excluidos debido a la distribución asimétrica de los impactos que conlleva, el mantenimiento y la intensificación de las condiciones de desigualdad en el tiempo, a la larga, termina impactando las posibilidades de desarrollo de la ciudad en su conjunto. Los estudios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) (2018) muestran que la desigualdad económica no solo afecta a los estratos socioeconómicos más bajos debido a la mala distribución del ingreso o la riqueza, sino que también es un freno para el crecimiento económico que, a la larga, afecta a toda la economía. b. La desigualdad es un desastre urbano latente que, de forma lenta y muchas veces imperceptible para las élites, va progresivamente minando la estabilidad de las ciudades. Muchos de los esta- llidos sociales que han tenido como epicentro las urbes de la región son una consecuencia de un malestar acumulado que, debido a la fragmenta- ción de las sociedades latinoamericanas, no pudo ser procesado de forma adecuada y terminó por irrumpir de forma intempestiva en las ciudades. c. La desigualdad es una tensión crónica que con- vierte eventos climáticos en desastres sociales. Son incontables los casos en ciudades de la región donde comunidades de asentamientos informa- les —que comúnmente se encuentran emplaza- dos en zonas de riesgo como laderas, bordes de ríos, quebradas, entre otros— las vuelven altísi- mamente vulnerables a eventos climáticos que, sin necesidad de ser de gran magnitud, afectan de forma localizada causando tragedias huma- nas, sin impactar de la misma forma al resto de la ciudad. Por lo tanto, podemos decir que la desigualdad es un freno para la agenda de resiliencia, pues afecta de forma multidimensional la capacidad de planificación,

prevención, respuesta y recuperación de las ciudades. En sentido contrario, avanzar en la igualdad es una condi- ción para volvernos más resilientes. Las ciudades que construyen mayores condiciones de igualdad a través de la ampliación de derechos, la defensa de los comunes, la promoción de las diversidades y el fortalecimiento de la cohesión social, son más capaces de desarrollar las cua- lidades críticas para la resiliencia urbana. Nuevos pactos sociales para ciudades más resilientes Las recientes crisis políticas que han experimentado varios países en la región han puesto sobre la mesa la necesidad de construir nuevos marcos de convivencia para la sociedad y su relación con el entorno. Es decir, sociedades más cohesionadas:

La cohesión social se fundamenta en la fortaleza de las relaciones sociales, caracterizadas por la presencia de confianza y participación entre las y los individuos de una sociedad. Pero es mucho más que la existencia de relaciones sociales positivas. La cohesión social también describe el sentido de pertenencia y la conexión experimentada por esos individuos. Esto se basa en la inclusión de todos los grupos de la sociedad dentro de los procesos de gobernanza formal, las redes informales y las interacciones cotidianas. La cohesión social, por lo tanto, toma en cuenta la fuerza de las relacio- nes sociales en y entre los grupos demográficos, asegurando que las y los residentes de la ciudad o comunidad estén conectados entre sí y con la diversidad de instituciones que conforman la sociedad. Está inherentemente basada en la exis- tencia de la igualdad social: sin acceso igualitario a oportunidades y recursos. La falta de inclusión en la vida ciudadana genera oportunidades para el crecimiento de un sentido de alienación que debilita el tejido social (Red de Ciudades Resi- lientes, 2019).

Las ciudades miembro de la Red de Ciudades Resilientes han propuesto más de 600 iniciativas enfo- cadas en construir cohesión social entre sus comuni- dades, estas iniciativas están igualmente representadas entre regiones.

16 Vivienda Infonavit • DICIEMBRE 2022

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