Revista Vivienda Infonavit Año 6 No 2 (Diciembre 2022)

Estas capacidades son habilitadoras para una agenda de resi- liencia comprometida con la inclusión y la igualdad social que, como lo hemos mencionado arriba, es una de las prioridades transversales para los gobiernos de las ciudades de la región. Respetto (en Oddone, Quiroga, Sartori y Williner, 2016) sos- tiene que la capacidad estatal está presente cuando las prácticas demuestran: ► Coordinación entre actores sociales, económicos y orga- nismos estatales, generando sinergias. ► Flexibilidad para adaptarse a los cambios sociales y contingencias. ► Innovación en prácticas ya existentes, además de la gene- ración de propuestas novedosas. ► Permanencia de las estrategias en el tiempo. ► Evaluación de las decisiones y las acciones a la luz de los objetivos y metas propuestas. Los pactos sociales que propician más igualdad contribuyen de forma crítica a que las ciudades se vuelvan más resilientes: menos desigualdad es más resiliencia. En principio, estas ciuda- des son más inclusivas, reconociendo y dando lugar a la(s) diver- sidad(es) de actores urbanos, y al volver sistemática (y radical) la inclusión. Fortalecen también su capacidad integradora, para abordar de forma más efectiva la complejidad del entramado de desafíos urbanos. Inclusión e integración son también detonantes de otras cualidades resilientes necesarias para la administración urbana que hemos mencionado con anterioridad. Las ciudades más inclusivas e integradas tienen la oportunidad de volverse más reflexivas, de aprender mejor de sus experiencias pasadas y de las de otras ciudades, mejorando su capacidad de ver venir, de proyectar: anticiparse, evitar, mitigar, sobreponerse y crecer son claves de resiliencia. Asimismo, al incluir e integrar se genera mayor recursividad, se reconocen, redescubren y reinventan mecanismos sociales para hacer frente a los desafíos. Por consiguiente, se cuenta con más activos para propiciar el ingenio colectivo. Al contar con mayores recursos y mejores mecanismos de prevención y proyección, se incrementa la capacidad de responder de mane- ras innovadoras frente a escenarios futuros. Así, se fortalece la flexibilidad —capacidad de actuar de formas alternativas— y la redundancia —capacidad de reserva para presiones futuras—. Reflexividad, recursividad, ingenio, flexibilidad y redundancia son cualidades que no solo proporcionan herramientas para la gestión urbana en “tiempos normales”, sino que también habili- tan mayores oportunidades de mantener los sistemas operando en “momentos difíciles”. Una sociedad más inclusiva y mejor integrada tiene la capa- cidad de contrarrestar una tensión crónica que va socavando los cimientos de la sociedad. En ese sentido, es posible redu- cir el número de impactos agudos a los cuales una ciudad está expuesta, puesto que la acumulación progresiva del malestar que generan las desigualdades es, en sí misma, creadora de shocks. Los estallidos sociales mencionados anteriormente son ejemplo de esto: las crisis sociales no solo devienen en crisis políticas, sino que, con ellas, irrumpe toda una serie de impactos que pueden

18 Vivienda Infonavit • DICIEMBRE 2022

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