Para entender esto, merece destacarse que dentro de los asentamientos huma- nos es un error atribuir la causalidad de las emergencias y desastres al mero impacto de los fenómenos naturales, aspecto heredado de la concepción físico-naturalista de nuestro marco legal. Dada la intensa transformación que experimenta nuestro entorno 3 por intervención de la sociedad, el riesgo es en realidad una forma extrema de externalidad negativa, en la cual aspectos inadecuadamente comprendidos de la dinámica socionatural de la ciudad presentan un punto de ruptura que normal- mente asociamos al desastre. Si bien existen diversas externalidades negativas bien conocidas y amplia- mente estudiadas, como el tráfico vehicular, el ruido y la contaminación ambiental, hay aspectos más complejos que se presentan en las ciudades. Ejemplo de ello es el fracturamiento relacionado con la compactación del subsuelo por extracción de agua; o bien, las inundaciones urbanas, intrínsecamente relacionadas con la impermeabilización y el consiguiente aumento del escurrimiento superficial. Ambos ejemplos se relacionan con aspectos que podrían regularse parcialmente a través de la zonificación secundaria, si se le incluyen criterios de gestión de riesgos.
Entre esos aspectos que podrían formar parte de un conjunto de medidas para disminuir el efecto del riesgo socioambiental como externalidad negativa está, por citar uno de ellos, la altura de las edificaciones. La Ciudad de México es un ejemplo paradigmático. El subsuelo del valle, antiguo lecho lacustre, amplifica las ondas sísmicas de manera variable, atendiendo a lo que se denomina efecto de sitio . Este efecto es la forma particular en la que el subsuelo responde en diferentes puntos a los sismos que, en el caso de la CDMX, conlleva la amplificación de las aceleracio- nes de dichas ondas sísmicas, y determina ciertas frecuencias predominantes en la vibración del suelo, que se denominan espectros . Esto es lo que debe considerarse para evitar que las construcciones presenten un efecto de resonancia; es decir, que vibren en la misma frecuencia que el suelo, y con ello, colapsen. Para buscar cumplir con los criterios de seguridad estructural contenidos en el Reglamento de Construcciones, al tiempo que se explota al máximo posible el potencial de edificación que les otorga el coeficiente de utilización del suelo (CUS), los desarrolladores inmobiliarios recurren frecuentemente a la fusión de predios. Con esta figura es posible lograr un máximo aprovechamiento si uno de los predios puede optar por una altura máxima superior por estar localizado, por ejemplo, en una vía primaria. A través de este mecanismo, los desarrolladores pueden obtener superficies de desplante cada vez mayores, las cuales aumentan el CUS, pero implican importantes externalidades socioambientales negativas en su entorno. Además de las externalidades tradicionalmente consideradas, como el tráfico, en este punto nacen otros impactos, como el incremento en los volúmenes de extracción de agua, lo cual lleva a la compactación del subsuelo y consiguiente hundimiento o fracturamiento. Por otro lado, las fusiones no siempre tienen las condiciones necesarias de regularidad para el cumplimiento de los parámetros del Reglamento de Construcciones. A ello se suma que la escala de los intereses económicos e inversiones involu- cradas generan un caldo de cultivo ideal para el incumplimiento en los procesos de revisión y verificación estructural, pues con frecuencia los desarrolladores aumentan la construcción de niveles adicionales a los autorizados en las mani- festaciones de construcción; o incumplen con los criterios definidos por los dictá- menes de impacto urbano que condicionan el mayor aprovechamiento del suelo. De esto da cuenta la revisión de los folios de una gran cantidad de expedientes de denuncia ante la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México (PAOT). 4 Con mejores controles en el aprovechamiento de niveles adicionales, adecua- dos mecanismos de control en las fusiones de predios y vigilancia en las normas generales de ordenación, la zonificación secundaria incidiría en el potencial de
28 Vivienda Infonavit • DICIEMBRE 2022
Made with FlippingBook interactive PDF creator