Anuario 2024 de Cotec

Quince visiones

Genética

Montse Esquerda

“Dos ámbitos tecnológicos emergen con fuerza, y eso requiere conocer sus lenguajes: los bytes en la inteligencia artificial y los genes en las técnicas de edición genética CRISPR-Cas9”.

Todo ello podría influir en la igualdad de oportunidades: si la edición genética se utiliza para mejorar ciertas habilidades o características, podría generar preocupaciones sobre la igualdad de oportunidades. Por ejemplo, si los padres pueden editar genes para mejorar alguna capacidad de sus hijos, esto podría crear des- igualdades en el acceso a las oportunidades educativas y laborales. Michael Sandel, en su libro Contra la perfección , comenta el riesgo que podría suponer incluso más allá de la injusticia: “Por más que no suponga ningún daño para el hijo, ni ningún obstáculo para su autonomía, la crianza eugenésica es rechazable porque manifiesta y promueve una cierta actitud hacia el mundo: una actitud de con- trol y dominio que no reconoce el carácter de don de las capacida- des y los logros humanos, y olvida que la libertad consiste en cierto sentido en una negociación permanente con lo recibido”. Otro de los riesgos éticos está relacionado con la segu- ridad. Por ejemplo, algunos científicos han propuesto la edición genética de mosquitos para evitar la malaria. El objetivo principal de la edición genética en este contexto es crear mosquitos modi- ficados genéticamente que sean resistentes a la transmisión del parásito de la malaria. Los mosquitos modificados serían liberados para aparearse con mosquitos salvajes, y con el tiempo, se espe- raría que la población de mosquitos modificados se incrementase, reduciendo así la capacidad de los mosquitos para transmitir la malaria. Es fácil percibir que antes de su implementación a gran escala, una estrategia como la comentada requeriría un análisis pormenorizado de seguridad ambiental, pues los riesgos éticos son elevados. Un último grupo de conflictos éticos vinculados a la edi- ción genética está vinculado con la diversidad genética: si la edición genética se utiliza para eliminar ciertas condiciones genéticas, existe la preocupación de que pueda afectar a la diversidad genética de la población. La diversidad ha sido una herramienta fundamental de adaptación y eliminarla podría tener consecuencias imprevistas, además de afectar a la capa- cidad de la sociedad para adaptarse a los cambios ambientales.

Hacia el futuro: es fundamental que las democracias abor- den estos problemas con una combinación de diálogo público, ética y legislación. Esta última no corresponde tanto a mi ámbito, pero sí me gustaría añadir una reflexión sobre las dos primeras. La eclosión tecnológica en la sociedad actual requiere incorporar una evaluación ética del impacto, no solo en los indivi- duos en concreto, sino en la comunidad o en el funcionamiento de la democracia. Martin W. Bauer, sociólogo, comentaba que hay tres lenguajes fundamentales para entender los grandes retos éticos del siglo XXI: el lenguaje de los bytes , el de los genes y el de los átomos. De momento, el lenguaje que más se ha utilizado es el de los virus y las enfermedades infecciosas, un tipo de “idioma” que ya considerábamos casi extinguido. Pero dos ámbitos tecnológi- cos emergen con fuerza, y eso requiere conocer sus lenguajes: los bytes en la inteligencia artificial y los genes en las técnicas de edición genética CRISPR-Cas9. La participación ciudadana y la consideración de las implicaciones a largo plazo serán esenciales para garantizar que los cambios tecnológicos se utilicen de manera responsable y equitativa en el contexto democrático. Hay diferentes maneras de promover esa participación ciudadana, desde la educación en aspectos concretos hasta la participación consultiva, que incluye promover la incorporación de grupos minoritarios. Para abordar estos desafíos, es también crucial desarrollar políticas y regulaciones efectivas, así como fomentar la transpa- rencia, la rendición de cuentas y la responsabilidad en el desarrollo y el uso de la tecnologías. María Zambrano comentaba: “Si se hubiera de definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual ser persona no solo es permitido, sino exigido”. En la línea de Zambrano, se requiere una ciudadanía formada, res- ponsable y participativa para poder debatir los límites y los desafíos de la tecnología.

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