Anuario 2024 de Cotec

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Innovación y democracia

Propuestas de ensayo

“Estamos colocando el foro de nuestro debate público en plataformas privadas cuyo modelo de negocio

se basa en la polarización y emociones tales como la indignación o la rabia”.

L os editores de este libro han pedido que el ensayo termine con una propuesta práctica concreta. No resulta un ejercicio fácil, pero asumo el reto. Pero antes de iniciar, permítaseme una nota de método. He dicho que la demo- cracia, el conocimiento y los valores y las prácticas que sostienen la una y el otro se basan en la prueba y el error, en la modes- tia para reconocer el alcance de lo que nos proponemos, la humildad para ir recono- ciendo lo que no funciona y la libertad para discutir sobre todo ello. En consecuencia, estas propuestas deberán entenderse como cuestiones que discutir, aplicar sin maximalismos y valorar reconociendo sus limitaciones. Por eso las llamo propuesta de ensayo y no, por ejemplo, propuestas de solución o propuestas finales . Dicho lo cual, sugiero tres familias de propuestas de ensayo: No hay debate público sin ciuda- danos formados, informados y que respe- ten el conocimiento. Lo cual pasa por cui- dar que la educación formal, en todos sus niveles, tenga unos contenidos científicos y humanísticas muy sólidos. Tengo para mí que, para la construcción de la demo- cracia, tan importante como una clase de educación para la ciudadanía resultan unas buenas clases de biología, química, litera- tura o historia, impartidas por profesores que saben y aman su materia y recibidas

por alumnos que han sido educados en el respeto al conocimiento. Más allá de la educación formal, otro tanto de lo mismo puede decirse de los programas de divulga- ción más amplios, que extienden la cultura científica y ayudan a que el debate público sea más rico y fructífero. Debemos igualmente cuidar los espacios de deliberación pública. Estamos colocando cada día más el foro de nues- tro debate público en plataformas priva- das cuyo modelo de negocio se basa en el movimiento y la dependencia que crean la polarización y emociones tales como la indignación o la rabia. La información nunca es gratis. La polarización y el cainismo no son efectos colaterales del modelo, sino el medio necesario para el éxito de dicho modelo de negocio. Las pasiones, el furor, la irritación y el odio generan entradas, recha- zos, reacciones, y es este movimiento el que mueve los anuncios y los datos y, conse- cuentemente, el dinero. Debemos cuidar la calidad de la información, debemos fomen- tar los medios de comunicación de calidad, debemos mimar a los periodistas profe- sionales que demuestran calidad, rigor, equilibrio y respeto por su profesión. Estar bien informado, en tiempos de redes, exige esfuerzo y criterio de cada uno de nosotros para distinguir la información como espec- táculo morboso de la información como servicio público, para finalmente compro-

meter nuestro tiempo y nuestro dinero con esta última. La democracia, finalmente, la cons- truyen los ciudadanos en el día a día, con su comportamiento cotidiano. Donde la demo- cracia tiene su grandeza, tiene su debilidad. Los ciudadanos debemos respetar, valo- rar y cuidar las instituciones y los proce- sos democráticos, también cuando están gobernados por partidos que no nos gustan. Tres libros vienen a mi memoria: El despertar de Irán , de Shirin Ebadi (Aguilar, 2007), Cómo perder un país. Los siete pasos que van de la democracia a la dictadura , de Ece Temelkuran (Anagrama, 2019), y Cómo luchar contra un dictador , de Maria Ressa (Península, 2023). Las tres autoras nos hablan del proceso de pérdida de liberta- des, en muchas ocasiones sutil, progresivo, lento, inapreciable, que siempre requiere de la complicidad de miles de ciudadanos que ignoran el riesgo —o juegan con él— hasta que ya es demasiado tarde. Nos descri- ben sus experiencias vitales en países tan distintos como Irán, Turquía y Filipinas. No cabe leer estos libros, entre el ensayo y las memorias, con la mirada del antropólogo que observa con curiosidad las sociedades ajenas, sino con la intención del ciudadano global que se ve reflejado en demasiadas cosas y que, con la humildad que hemos predicado para la ciencia y la democracia, quiere aprender de la experiencia de otros.

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