Anuario 2024 de Cotec

Quince visiones

Ciudadanía

Fernando Broncano

No será necesario siempre (quizás tampoco conveniente) la construcción de nuevos espacios. Por el contrario, una buena prác- tica de sostenibilidad puede ser la de reciclar y reutilizar muchos de los múltiples continentes culturales infrautilizados, creados por polí- ticas culturales más orientadas a elevar espacios que a habitarlos. En este sentido, aunque los laboratorios ciudadanos crean redes multisectoriales y en territorios abiertos, su más urgente localización tendría que ser en los barrios urbanos y los municipios rurales. Son propuestas de calle y campo, de vocación cercana y habitación en espacios intermedios. Los laboratorios están diseñados para la escala de lo coti- diano y los espacios intermedios, la experiencia diaria sobre la que se asienta la confianza básica en el mundo, y se mueven más allá de lo institucional y más acá de los movimientos activistas. Contenidos N o hay ni debe haber contenidos promovidos desde arriba, ni siquiera por la dirección del centro. Se trata de proponer agendas abiertas. Por su propia naturaleza, no se deben imponer ni temarios ni niveles de calidad. Ahora bien, las experiencias de la tradición de los living labs indican algunos temas que seguramente serán replicados en los laboratorios ciudadanos:

¿Qué son los laboratorios ciudadanos? L os laboratorios ciudadanos reúnen a gente interesada en un tema, por curiosidad o preocupación, alrededor de un proyecto de crea- ción sin la obligación de generar resultados tangibles o comercia- lizables a corto plazo. Reclutan a expertos y legos en torno a pro- yectos concretos o líneas de trabajo que comienzan por elaborar agendas, listas de tareas, buscar medios y organizar el trabajo. E l centro tiene un carácter de receptáculo vacío en lo que respecta a contenidos específicos. Se trata de movilizar intereses y cono- cimientos dejados a un lado en las instituciones normalizadas de investigación, explotar la curiosidad y las habilidades existentes, los intangibles comunes que no están incluidos ni circulan por las hélices de producción más normalizadas. Los laboratorios ciudada- nos crean hábitos de cooperación en la acción creadora y constitu- yen nuevas comunidades epistémicas y técnicas que contribuyen a una nueva forma de tejido social: el dirigido a la visibilidad y el flujo de intangibles y conocimientos ocluidos. Metodología E s central la figura de la mediación: los laboratorios no funcionan sin el ejercicio de atracción y negociación de intereses, tiempos de dedicación y habilidades heterogéneas. El MediaLab MIT puso de moda el término “prototipación” para indicar su carácter abierto. Es un término que apunta al carác- ter de experimentación no regulada por la división del trabajo que genera el mercado. Los resultados creativos puede que tengan una vida efímera o estable, dependiente de nuevos proyectos y de la pos- terior vida que les concedan las redes de circulación. Lo relevante es que no están ordenados por la obligación del “emprendimiento” y el beneficio económico sino por la curiosidad y la creatividad. En los laboratorios ciudadanos no hay miedo al agonismo ni a la confrontación de perspectivas, formas de vida y visiones del mundo. Se promueven proyectos adversativos sin temor a la fricción epistémica, que, al convocar a partes contrapuestas e implicadas en las tensiones culturales, crean un ambiente real- mente democrático. En este sentido, desarrollan metodologías de interpelación y debate ciudadano, sin la obligación de un consenso pero con el objetivo de introducir la comprensión del otro y reba- jar los efectos de la polarización. Frente a la polarización muchas veces producida por los medios sociales, se desarrollan prácticas de distancia y escepticismo organizado que se generan en la acti- vidad creativa. Es decir, convierten la controversia en proyectos de transformación y acción común. Escala L os laboratorios ciudadanos se asientan en espacios de cercanía a la vida cotidiana. Deben ser instrumentos para retejer las rela- ciones sociales allí donde la modernización ha destruido espacios intermedios de relación.

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El rediseño de espacios urbanos

La circulación de voces y conocimientos en espacios de los sistemas de salud Nuevas prácticas de sostenibilidad ecológica en los domi nios de la economía circular, hábitos de consumo respon sable La génesis de proyectos de integración de arte y tecnología La recuperación de prácticas de mantenimiento y repara ción de los entornos materiales domésticos Una producción tecnológica “amateur”

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La creatividad en la esfera digital

La robótica de cercanía

La reintegración de grupos marginados: juveniles, emigrantes, etc. Las tecnologías apropiadas y la pobreza energética y de consumo

Financiación C omo parte de las políticas culturales (epistémicas, técnicas) de la sociedad, tendrán que navegar entre el Caribdis del olvido ins- titucional y el Escila de la adicción a la subvención. La idea de los laboratorios cívicos entraña también el desarrollo de prácticas de búsqueda de fondos, como la cooperación individual y el crowd- funding , pero también y sobre todo el fomento de prácticas de inte- gración de la financiación pública y el mecenazgo privado. Ambos polos suelen estar definidos por intereses particulares de presti- gio político o empresarial. Es fundamental reorientar las prácticas democráticas de financiación hacia espacios de lo común.

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