Anuario 2024 de Cotec
Innovación y democracia
La inspiración de otros países
N o soy el primero en proponer que un organismo se encar- gue de centralizar los datos y las estadísticas que reúnen las Administraciones de un país. Mis referencias principales han sido dos: el modelo de los sistemas estadísticos de los países nórdicos y, más recientemente, una iniciativa de Reino Unido. El IDS británico E n 2023 se puso en marcha en Reino Unido el Integrated Data Service (IDS), ⁶ impulsado desde su instituto nacional de estadística (ONS), con un propósito similar a mi propuesta. El servicio quiere que analistas del Gobierno e investigadores acreditados tengan acceso a mejores datos, para que produzcan análisis rápidos y profundos que sirvan al bien público. Por un lado, el IDS mantiene una plataforma remota que ofrece datos y herramientas de análisis en una infraestructura segura. Además, se pone énfasis en la unión de diferentes fuentes. Quieren ofrecer unos conjuntos de datos que hayan sido “cons- truidos, conectados y mantenidos para llevar a cabo análisis más ricos”. Como comenté antes, uno de los objetivos de la ONS es que sus usuarios puedan unir datos de diferentes fuentes de una forma segura, que garantice que ni las personas ni las entidades puedan ser identificadas. Están usando una serie de índices (uno geográ- fico, otro de personas, otro de empresas, etc.) para automatizar el proceso de interconexión y reducir el número de uniones que se hacen de manera manual y caso a caso. El propio IDS subrayó la importancia de los cruces cuando incorporó el Censo 2021 a sus plataforma: “[E]s un paso emocio- nante para mejorar la forma en que se produce la información analítica, y permite a los investigadores acreditados vincular rápi- damente los datos del Censo 2021 con otras fuentes de datos preindexadas dentro de la plataforma […] podrán vincular conjun- tos de datos nuevos y existentes para enriquecer su análisis sobre los principales problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad, informando mejor las decisiones y las intervenciones políticas”. El modelo nórdico D inamarca, Finlandia, Noruega y Suecia han sido pioneros en buscar mecanismos seguros para que los científicos puedan usar datos administrativos, como explicaron Miguel Almunia y Pedro
Rey-Biel en un informe del think thank un informe de EsadeEcPol. ⁷ Con este modelo, es el instituto nacional de estadística de cada país el que actúa como “tercero seguro” y hace las labores de nuestra agencia. Los institutos recopilan los datos de las diferen- tes Administraciones. Son ellos también quienes se encargan de unir los diferentes datasets, y de preparar la información de salida para que sea al mismo tiempo útil y segura. Todos estos institutos tienen páginas web donde explican cómo se puede acceder a datos profundos. Por ejemplo, el insti- tuto finlandés ofrece cruces genéricos y a la carta. Para eso usan “identificadores únicos seguros”. Y es el propio instituto el que lleva a cabo el proceso de unión entre fuentes. En los casos permitidos, se ofrecen cruces de variables, como la edad, el sexo o el grupo socioeconómico, y la conexión con información de otras autorida- des usando esos identificadores únicos de personas, empresas o E n nuestro país hay varias iniciativas valiosas. Por un lado, desde hace una década han proliferado los portales de transparencia que abren los datos de una institución a los ciudadanos. Sin embargo, como estos portales ofrecen un acceso libre a cualquier persona, la profundidad de su información está necesariamente limitada. Además, estas fuentes siguen siendo fragmentarias: se limitan a reunir algunos datos, desconectados, y de un organismo, como un ayuntamiento o una comunidad autónoma, no de todo el Estado. Otro hito reciente es la creación en 2020 de la Oficina del coordenadas. ¿Y en España? Dato, que tiene una misión afín a nuestros propósitos, pero, en prin- cipio, más general. Lo que busca es “dinamizar la gestión, com- partición y el uso de los datos a lo largo de los diferentes sectores productivos”. El proyecto más parecido a mi propuesta se anunció a principios de 2024. Entonces, cuatro organismos de referencia en producción de datos, como son el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Agencia Tributaria (AEAT), la Seguridad Social, el Banco de España y el Servicio de Empleo (SEPE), firmaron un acuerdo para “permitir el acceso conjunto a sus bases de datos para trabajos científicos de investigación pública”.
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