Anuario 2024 de Cotec
Innovación y democracia
“Estos desafíos requieren un enfoque multidisciplinar que involucre a Gobiernos, empresas, la academia y la ciudadanía, para garantizar que la IA se utilice de manera responsable”.
decisiones laborales, judiciales, policiales, educativas, médicas o de asignación de recursos públicos. El DSA, por su parte, exige a las plataformas sociales transparencia sobre cómo se selecciona y presenta el contenido, además de mecanismos de apelación ante las decisiones algorítmicas y garantías de no discriminación y pre- servación de la privacidad. Como siempre, el reto está en el detalle de estas regula- ciones, en velar por su cumplimento y en definir las sanciones pro- porcionadas y pertinentes en caso de incumplimiento. Respecto a la inteligencia artificial, el AI Act prevé que cada Estado miembro disponga de una agencia supervisora para el cumplimiento del mismo que, en el caso de España, es la AESIA (Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial), con sede en La Coruña y de cuyo Consejo Rector formo parte como vocal independiente. Educación. La educación y la sensibilización son clave para con- tribuir a mitigar las posibles consecuencias negativas de la IA en la sociedad en general y en el contexto democrático en particular. Empresas, desarrolladores y usuarios deben ser conscientes de los riesgos asociados a la IA y estar capacitados para identificar y abordar las limitaciones de los algoritmos de IA, como son la falta de diversidad, la veracidad o la discriminación y estereotipación. Los equipos multidisciplinares y la formación en ética, diversidad y, ampliamente hablando, en disciplinas humanísticas en el desa- rrollo de IA, son esenciales para promover una cultura de no dis- criminación. Además, la educación a la ciudadanía debería ser una prio- ridad. Educación sobre cómo identificar la desinformación, con- trastar las fuentes y evaluar críticamente el contenido que consu-
mimos en entornos digitales. La alfabetización digital y el desarrollo del pensamiento crítico empoderan a las personas para ser con- sumidores/as más informados del contenido en el mundo digital y ciudadanos/as responsables en una democracia. Entidades confiables. Cada vez más, será necesario recurrir a enti- dades confiables en el mundo digital que sean reconocidas como vigilantes del poder y garantes de la calidad de la información que comparten y divulgan. En ese sentido, los medios de comunicación tienen una valiosa oportunidad para reclamar de nuevo este papel que habían jugado históricamente, pero que se vio relegado a un segundo plano con la llegada de las redes sociales y otras plata- formas de generación, compartición y divulgación de la contenido a escala. Los medios de comunicación están sujetos a la ética del periodismo, a rigurosos estándares periodísticos que incluyen la verificación de los hechos y la separación entre noticias y opinio- nes. Por tanto, tienen la oportunidad de actuar como entidades confiables que proporcionan información de calidad y análisis fun- damentados, que promueven la transparencia y fomentan el debate público informado, desempeñando así un papel crucial en la pre- servación de una sociedad democrática robusta, libre y pluralista. En una sociedad sin garantías de que lo que leemos, vemos o escuchamos en el mundo digital es verdad, necesitamos entida- des confiables para preservar la integridad de la democracia, per- mitir la participación informada y responsable de la ciudadanía en el proceso democrático y evitar la erosión de la confianza pública en las instituciones por el deterioro, e incluso la desaparición, del debate informado.
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