Quince visiones
Rafael Yuste
Neurotecnología
La neurotecnología y su importancia
L a neurotecnología puede definirse como los métodos o disposi- tivos destinados a registrar o alterar la actividad del sistema ner- vioso. ¹ Estos métodos, que pueden ser eléctricos, ópticos, basados en nanomateriales, acústicos, magnéticos, químicos o molecula- res, se diseñaron originalmente para la investigación en laboratorio o para su uso en entornos clínicos. ² De hecho, la reciente introduc- ción de novedosas herramientas neurotecnológicas ha revolucio- nado el estudio del cerebro, y se están utilizando cada vez más para tratar trastornos cerebrales como la epilepsia, el ictus, la pará- lisis, el párkinson, la depresión y las adicciones. No es exagerado esperar que, en el futuro, el uso terapéutico de la neurotecnología pueda ampliarse a otras enfermedades neurológicas o mentales, como el alzhéimer y la esquizofrenia, y proporcione terapias efi- caces para estas enfermedades que, hasta el momento, siguen siendo incurables. Las neurotecnologías se han utilizado ampliamente en experimentos con animales, obteniéndose buenos resultados. ³ Por ejemplo, en nuestro laboratorio hemos utilizado neurotecno- logía basada en láser para medir la actividad de las neuronas en ratones mientras estos responden a un estímulo visual. ⁴ Cuando estas mismas neuronas se reactivan más tarde, pero esta vez sin un estímulo visual, el ratón se comporta como si hubiera visto el estímulo. En otras palabras, podemos implantar una alucinación artificial en el córtex del ratón y controlar su comportamiento. Y, significativamente, el comportamiento de esos ratones en el estado de percepción artificial parece idéntico a cuando el animal res- ponde al estímulo visual normal. Así, es probable que el animal interprete la alucinación artificial como una imagen real, lo cual
evidencia el potencial de la neurotecnología para alterar profun- damente el comportamiento y la cognición desde dentro. Uno de los muchos ejemplos de aplicaciones clínicas de la neurotecnología es el uso de electrodos implantables, con los que los investigadores han sido capaces de descifrar la actividad cortical asociada al intento de escribir letras a mano. En el caso de un paciente con parálisis, utilizaron un algoritmo para identifi- car las letras mientras él intentaba escribirlas y mostraron el texto en una pantalla en tiempo real. ⁵ Este avance demuestra tanto las capacidades actuales para descifrar la actividad cerebral como el potencial terapéutico de la neurotecnología. Debido a su potencial científico y médico, en 2013 la neuro- tecnología recibió un gran impulso con el lanzamiento de la inicia- tiva BRAIN por parte de la Casa Blanca del presidente Obama, un proyecto a gran escala de doce años de duración cuyo fin es desa- rrollar novedosas herramientas neurotecnológicas para su uso en animales y humanos. ⁶ La iniciativa BRAIN estadounidense, con un presupuesto anual para 2023 de 900 millones de dólares, emplea en la actualidad a más de 550 laboratorios y ha estimulado la crea- ción de iniciativas de neurotecnología a gran escala similares en China, Japón, Corea del Sur, Australia y Canadá. Estas iniciativas, además del Proyecto Cerebro Humano de la Unión Europea, se han unido recientemente en la Iniciativa Internacional sobre el Cerebro (IBI, por sus siglas en inglés), ⁷ al igual que sucedió con el Proyecto Cerebro Humano. Nos encontramos, por lo tanto, en medio de una revolución neurotecnológica, con enormes consecuencias poten- ciales para la neurociencia, la clínica y la industria.
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