Nómadas del conocimiento en contextos pedagógicos emergentes

político, … Recuperar la idea de los centros de Secundaria como «centros de conocimientos», lugares donde se encuentra la «flor y nata» de la intelectualidad y de la militancia cultural, social, … Son disrupciones que «construyen sentido». Los obstáculos a la disrupción no siempre están, como suele pensarse, en los órganos superiores (llámese administración educativa en cualquiera de sus formas, inspección, normativas, …), en estos casos se observa que los límites y bloqueos proceden también desde «dentro», cuando algunos docentes no están de acuerdo con la puesta en práctica de estas innovaciones. Los enfoques pedagógicos son muy determinantes para estas actitudes hacia la disrupción. Si la concepción del aprendizaje está vinculada con la adquisión de contenidos y la enseñanza como una relación desigual entre el experto y el novato, que se basa en la transmisión y evaluación de lo transmitido, la disrupción no es bien acogida, despierta recelos y se percibe como ineficaz. Los disruptores se ven en la necesidad de disponer de algunos resultados que les permitan mostrar ante los demás que su acción ejerce efectos positivos, que pueden superar una «rendición de cuentas». La participación de la universidad en estos proyectos les permite tener la sensación de que obtienen un «aval» (hay un interés por nuestra actividad disruptiva) y, al mismo tiempo, es percibida como un «certificador» de su práctica como «válida». Demandan conocimientos que sustenten sus prácticas, porque suelen tener dudas acerca de la eficacia y pertinencia desde un punto de vista académico, de lo que están haciendo. La participación de los equipos de investigación universitarios ha dotado a estos casos de la oportunidad de actuar así mismo como investigadores que analizan, estudian, evidencian, reflexionan, modifican sus prácticas disruptivas. Ha supuesto una oportunidad para revisar en profundidad un fenómeno educativo complejo. Los docentes han podido valorar la importancia de documentar sus prácticas disruptivas para poder comprender, comunicar y valorar sus efectos en los procesos de enseñanza-aprendizaje. En muchas ocasiones se dedica mucho tiempo a la planificación previa de la práctica docente y apenas queda tiempo, una vez aplicada, para profundizar en los fenómenos que se han producido y generar una comprensión profunda de las variables que se han puesto en juego. Los docentes reclaman tiempo para poder integrar en su desarrollo profesional las prácticas disruptivas que se van sucediendo a lo largo del curso académico en diferentes cursos, grupos y asignaturas, y sobre la que no existen registros, reflexión, valoración y difusión. Integrar a los docentes en proyectos de investigación que se lideran desde la universidad es una forma que se está utilizando para que estos profesores

Nómadas del conocimiento en contextos pedagógicos emergentes Fundación COTEC para la Innovación (#PIA2017)

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