Nómadas del conocimiento en contextos pedagógicos emergentes

Las decisiones sobre el taller se toman entre todos los participantes. Antonino, durante el verano, se comunica con los profesores que colaboran con él para que piensen en cosas que se pueden hacer en el nuevo curso. Cualquier que tenga una idea la pueda proponer con total libertad: tanto profesores (orquesta de robots con motores) como estudiantes (construir un telescopio con impresión 3D). Nada se rechaza. Se analiza si se puede hacer, se busca información y si se considera interesante, se hace. Antonino no impone sus ideas, entiende que es mucho mejor estar abierto a las propuestas de todos los que se implican en el taller. A veces la motivación de lo estudiantes les lleva a plantear proyectos para los que no tienen capacidad o posibilidades en esos momentos. Existe un diálogo constante y fluido entre los docentes («todos somos un poco frikis») para analizar propuestas, compartir experiencias y proponer iniciativas. Y con los estudiantes «pasa exactamente igual». Antonino, si puede, lleva a los alumnos a todos los eventos en los que se muestran sus actividades. Confiesa que no le gusta mucho hablar en público y que a los estudiantes les entusiasma y es una experiencia muy positiva. «Las cosas contadas por ellos son de otra manera». Como docente puede exponer cómo hace las cosas, en qué consiste la experiencia educativa e interpretar cómo perciben los alumnos las actividades que se realizan. Pero, finalmente, su voz no es la más relevante. Cuando los estudiantes

«expresan por sí mismos cuál es su experiencia, cómo lo viven, cómo se organizan, qué cosas hacen, que ellos participan en las decisiones de lo que vamos a hacer...»

se consigue conocer, de verdad, qué significado tiene todo lo que se hace. Esta voz es, para Antonino, la auténticamente relevante. Los estudiantes comunican cómo se sienten, cuál es el grado de dificultad que perciben en los proyectos, qué les intranquiliza, … Siempre es mejor que sean ellos quienes describan la experiencia, porque son quienes realizan los proyectos. Los estudiantes «se sienten importantes», valoran las cosas que hacen y aunque, inicialmente, sienten temor ante un auditorio de adultos (muchas veces profesorado) luego se crecen y están deseando ir a cualquier foro a presentar sus actividades y sus realizaciones. Los estudiantes son muy sinceros («a veces, muy sinceros») y se expresan con mucha naturalidad y espontaneidad. Una de las últimas participaciones de los estudiantes ha sido en la feria SIMO Educación

Nómadas del conocimiento en contextos pedagógicos emergentes Fundación COTEC para la Innovación (#PIA2017)

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