En este tipo de siniestros, en muchas ocasiones el neumá- tico hace de amortiguador y no llega el impacto a la llanta, transmitiendo directamente la deformación a las barras o a las tijas. Asimismo, es poco habitual que se produzca el golpe de manera perpendicular al obstáculo, es decir, con la, direc- ción recta, debido principalmente a que el conductor reaccio- na evadiéndolo o bien también se desvía por la frenada. Ante este tipo de impactos, una pierna de la suspensión intenta torsionarse respecto de la otra, provocando la torsión de la tija inferior (no se aprecia visualmente, hay que desmontarla). Además, una botella intenta desalinearse con la otra. En ese instante, la botella que lleva el soporte de la pinza de freno, se gira con respecto a la rueda; esta circunstancia, en ocasiones, provoca el alabeo del disco de freno, solidario con la rueda. Si, en un golpe delantero, la deformación alcanza el chasis, afectará, fundamentalmente, a los ángulos de avance y de caí- da. En los chasis monocuna, el tubo que va desde la pipa hasta
Estado del tren delantero tras una colisión
el armazón-soporte del asiento se abombará hacia arriba, formando una flecha y ocasionando posibles arru- gas en la zona de unión. En los chasis monocuna, tipo viga perimetral, esta viga va a tender a ensancharse por su zona exterior (panza de la viga), formando recalcados en la parte interna. Recuerda
Los daños externos de una motocicleta se pueden comprobar de forma visual, sin necesidad de efectuar prácticamente ningún tipo de desmontaje; son piezas de observación directa.
Manillar y retrovisores: Habitualmente, resultan deteriorados manetas y puños, que presentarán huellas de lijado si la mo- tocicleta se ha arrastrado por la calzada. Si el impacto se ha recibido estando la moto parada, la maneta también puede te- ner su extremo exterior doblado o partido. Los retrovisores pueden resultar afectados por su colocación sobresaliente en la motocicleta. Además, como consecuencia del impacto sobre los elementos montados en un manillar de una sola pieza, éste podrá doblarse. Si consta de varias, úni- camente podría resultar dañado uno de los semimanillares; las huellas de la deformación se podrán observar junto a los soportes que fijan el manillar a la tija de la suspensión. Reposapiés y palancas inferiores: También pueden presentar rozaduras los reposapiés o estribos, tanto del conductor como del pasajero. Las motos deportivas disponen de un testigo o sensor de inclinación bajo el reposapiés, que, por inclinacio- nes acusadas en curvas, quizá esté rozado. En ocasiones, el soporte del estribo en su unión con el chasis resulta arran- cado.
Maneta de freno doblada
Rotura de la tapa del cárter
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TEORÍA DE LA COLISIÓN
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