4.2 La privacidad en el encuadre clásico En el encuadre clásico de una sala de consultas u oficina psicoanalítica, cuando las condiciones sociales y políticas han sido favorables, nuestro control físico relativo sobre las oficinas o salas de consulta en las que trabajamos, junto con nuestras suposiciones razonables y nuestro conocimiento tácito (Polanyi, 1967) sobre sus propiedades acústicas, nos ha permitido históricamente mantener la privacidad de las consultas y proteger así su confidencialidad. Esta protección nunca ha sido absoluta, y en los casos en que existe una vigilancia específica por parte del Estado sobre individuos sospechosos de terrorismo y otros crímenes graves, la protección se puede infringir sin nuestro conocimiento ni consentimiento. Sin embargo, en los países en que no se considera normal la vigilancia local encubierta por medio de micrófonos o cámaras colocadas en edificios, los psicoanalistas y sus pacientes han podido contar con el conocimiento tácito, la experiencia cotidiana y el sentido común para asegurarse de que sus conversaciones en persona fueran privadas. En los países en donde la vigilancia local encubierta es un hecho de la vida cotidiana, la privacidad siempre ha sido más difícil de lograr. Sin embargo, para que el psicoanálisis sea totalmente posible, los psicoanalistas y pacientes deben poder hallar formas locales de
evitar la vigilancia y crear espacios privados en donde trabajar. 4.3 La pérdida de privacidad en encuadres telecomunicativos
Las telecomunicaciones modernas son inherentemente vulnerables a la interceptación electrónica y al espionaje sin la necesidad de un acceso local separado al sitio, ya que el acceso es brindado por el mismo dispositivo de telecomunicaciones (i.e. el teléfono o la computadora). A partir de las informaciones divulgadas públicamente por Edward Snowden en 2013, sabemos que las telecomunicaciones son sujetas a una vigilancia regular a escala masiva y que los contenidos de muchas conversaciones privadas son almacenados para su uso potencial en la protección de la seguridad nacional, la lucha contra el terrorismo, etc. 8 Además de la vigilancia regular por parte del Estado, las telecomunicaciones son vulnerables a distintos tipos de interceptación delictiva por motivos financieros, políticos o personales, incluso por parte de individuos conocidos por la persona atacada. La privacidad en las telecomunicaciones se puede proteger, en cierta medida, con el uso cuidadoso de la codificación, aunque no se sabe con certeza si alguno de los métodos de codificación actualmente disponibles es completamente seguro. 9 Se sabe o se sospecha que
8 Greenwald, G., MacAskill, E., Poitras, L. (2013). Ver también: MacAskill, E., Dance, G. (2013); WikiPedia (2018a); University of Oslo Library (2013-17); Snowden Surveillance Archive (2018); The Internet Archive (2015). 9 Existe un conflicto continuo entre las entidades gubernamentales que buscan un acceso potencial a cualquier tipo de comunicaciones, y aquellos que, por razones comerciales, políticas o éticas, desean preservar la
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