• el uso de dispositivos dedicados para el trabajo clínico (es decir, dispositivos que no sean compartidos con familiares ni colegas, quienes podrían descargar accidentalmente un software riesgoso); • el uso de claves fuertes cuando sea posible; • evitar los hotspots públicos de WiFi; • el uso de una VPN (red privada virtual) para todas las comunicaciones que no estén codificadas; • codificación end-to-end de las comunicaciones de audio y video; • el uso de correos electrónicos codificados; • la inspección regular de la seguridad, con pruebas activas para detectar vulnerabilidades potenciales; 22 • la asesoría de un experto sobre la instalación y el mantenimiento de un sistema adecuado. Para muchos psicoanalistas, estas medidas no serán suficientes, porque sentirán que la protección incompleta, combinada con su propia comprensión inadecuada de la naturaleza y el alcance de sus limitaciones, atentaría contra su capacidad para ofrecer y mantener un encuadre psicoanalítico. Se espera que estos psicoanalistas eviten el trabajo a distancia o abandonen su práctica si ya la han comenzado. Para otros, la protección parcial podría ser suficiente, siempre y cuando los riesgos sean adecuadamente comprendidos y mitigados. Este grupo incluirá analistas para quienes los riesgos reconocidos para la confidencialidad sean superados por su compromiso en cumplir con la exigencia de servicios profesionales bajo circunstancias en donde la concurrencia a la oficina del psicoanalista o a la sala de consulta no sea posible, incluyendo aquellas partes del mundo en donde el psicoanálisis aún no se ha consolidado. Las preguntas que encaran estos psicoanalistas y sus pacientes incluyen: ¿qué tipo de protección parcial es adecuada, cómo se puede obtener, y quién decide? Entre la gran cantidad de dificultades que deben considerar, deberán pensar en cómo abordar la seguridad de los endpoints, tal como se discute arriba, y si se debería incluir al paciente en esta reflexión. Típicamente, el paciente utilizará su propio dispositivo para comunicarse, y el analista no tendrá ningún control directo sobre su seguridad. Los psicoanalistas individuales tienen evidentemente perspectivas y creencias muy distintas sobre lo que constituye una forma aceptable de trabajar en psicoanálisis y sobre cómo proteger la confidencialidad cuando lo hacen. La obligación ética de proteger la confidencialidad de los pacientes significa que, en cada caso particular en el que se usen telecomunicaciones, el psicoanalista tendrá que considerar minuciosamente la naturaleza 22 Se trata de un área compleja que involucra conocimientos especializados sobre una variedad de técnicas como: la evaluación de vulnerabilidad, el examen de penetración; el análisis de amenazas persistentes avanzadas (APT). Para obtener explicaciones sobre lo que significan estos términos y otros términos actuales de la seguridad informática, ver el glosario brindado por el Departamento de Comercio de los EE.UU., Instituto Nacional de Patrones y Tecnología (NIST, 2018)
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