del contrato psicoanalítico que establece con el paciente. Los asuntos a considerar incluirán: • si los riesgos a la confidencialidad han sido íntegramente explorados; • cómo la psicopatología específica del paciente podría afectar la exploración de estos riesgos; • si deberían establecerse implícitamente o explícitamente con el paciente; • si se establecen explícitamente, considerar si debería hacerse en forma oral o por escrito; si se debería buscar el consentimiento escrito del paciente; • si el psicoanalista y el paciente tienen la comprensión necesaria de la tecnología para tomar decisiones informadas sobre su uso; • si se puede establecer un encuadre psicoanalítico viable, dado que no se puede garantizar la confidencialidad. 4.9 Conclusión El hecho de que la confidencialidad en las telecomunicaciones no sea segura genera un problema grave para la API. Una gran cantidad de psicoanalistas ya han realizado algún tipo de trabajo a distancia. Las telecomunicaciones son consideradas por muchos como una herramienta valiosa para la extensión global de la práctica y la cultura psicoanalíticas, y los recursos institucionales ya se han comprometido con su uso a escala significativa. Podría, por ende, ser difícil para la API abordar este problema. Sin embargo, las consecuencias a largo plazo de no abordar el problema podrían ser aun más graves para el psicoanálisis. No se sabe en qué medida el encuadre clásico contemporáneo enfrenta riesgos similares debido a la vigilancia de las telecomunicaciones. En la medida en que enfrenta estos riesgos, habría que pensar si los miembros de la API deberían recibir directrices para minimizar los riesgos asociados.
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