INFORME COTEC 2023 | LA ECONOMÍA INTANGIBLE EN ESPAÑA | Evolución y distribución por territorios y sectores (1995-2020)
surgen —de forma bastante poco predecible— a partir de intercambios personales poco estructurados. Y para eso la presencia física es vital. La implicación inmediata del funcionamiento de estas tres fuerzas es la concentración de la actividad en territorios concretos y el despoblamiento del resto. Una vez una ciudad o área metropolitana consigue atraer actividades (trabajadores y empresas) innovadoras resulta cada vez más atractiva. Al mismo tiempo, una vez se ha consolidado como un clúster es muy difícil, aunque no imposible, que desaparezca. En general, es más difícil deslocalizar las actividades innovadoras que las manufactureras porque no solo es cuestión de llevarse una empresa a una ubicación distinta, sino todo el ecosistema del que se nutre. Sin embargo, como ya señaló Schumpeter, para seguir siendo próspera necesita seguir progresando continuamente. El secreto del éxito radica en la adaptación y en no dar el territorio por conquistado.
la España del sur está relativamente bien dotada de activos tangibles, pero no de intangibles. En líneas generales se identifican tres fuerzas que operan a favor de la aglomeración de la población en núcleos urbanos innovadores. Primero, la existencia de mercados de trabajo densos, con abundancia de trabajadores cualificados y la correspondiente abundancia de empresas demandantes de este tipo de trabajos. Segundo, la presencia de proveedores de servicios especializados (publicidad, servicios legales, servicios de consultoría y asesoría, ingenierías, empresas de capital riesgo, entre otros), vitales para las empresas puesto que les permite concentrarse en lo que son buenos, en innovar. Tercero, las nuevas ideas rara vez aparecen de la nada. Hay evidencia de que las interacciones sociales entre trabajadores y empresas creativas tienden a generar oportunidades de aprendizaje que favorecen la innovación y la productividad. Las nuevas ideas
valor añadido y, por tanto, con un efecto multiplicador muy superior al del trabajo con menores salarios. Para Estados Unidos se estima que, por cada empleo generado en el sector innovador se generan cinco empleos más, tanto cualificados como no cualificados, en el entorno local. Este multiplicador es superior al de las manufacturas. La falta de información estadística para España de ciudades, o áreas metropolitanas, impide confirmar con precisión la responsabilidad de la economía del conocimiento en la concentración de la actividad con un nivel de desagregación superior al regional, pero la evidencia anteriormente presentada sí apunta en esta dirección. En efecto, la España del sur (Andalucía y Canarias) y de las zonas más despobladas (las dos Castillas y Extremadura) presentan, en términos generales, peores niveles iniciales y peor evolución a lo largo del tiempo en activos intangibles, pero no así en activos tangibles. Dicho de otra forma,
La evidencia presentada apunta a que la economía del conocimiento –basada en el menor peso de la producción de bienes, y mayor de la I+D, la innovación y los intangibles— favorece la concentración geográfica de la población y la aparición de fenómenos como la «España vaciada», o la brecha Norte-Sur. Una posible explicación, avalada por la literatura, es que, en la actualidad, el capital físico no es el factor escaso, sino la creatividad y el talento, características propias de las personas que a su vez residen en territorios concretos. Al ser este el factor escaso, mayor es su productividad y también la remuneración percibida. Además, los salarios más elevados en las actividades más innovadoras remuneran no solo a los trabajadores más cualificados sino a todos los trabajadores de la empresa. Estos trabajadores son, a su vez, demandantes en una proporción elevada de productos generados en el entorno local, productos de elevado
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