INFORME COTEC 2023 | LA ECONOMÍA INTANGIBLE EN ESPAÑA | Evolución y distribución por territorios y sectores (1995-2020)
inversiones de este sector), mientras que en las Actividades sanitarias y de servicios sociales y el sector de la Administración pública, defensa y Seguridad Social la proporción es la opuesta, dominando la inversión en activos tangibles. (gráfico 4.1, panel c ) . En general, dentro de estas grandes ramas sectoriales hay muchísima dispersión en intensidad en el uso de intangibles, en gran parte debido a las características de la propia taxonomía, que dentro de cada rama agrega subsectores de actividad de naturaleza muy diversa. A pesar de las diferencias sectoriales identificadas en 2019, el comportamiento de la inversión intangible muestra un
así como del resto de sectores: manufacturas (36%), construcción (35,4%), servicios públicos (23,1%), energía (22,4%) y sector primario (4,8%) por este orden ( gráfico 4.1 , panel a ). Dentro de las manufacturas, el peso en la inversión total de los activos intangibles presenta también diferencias considerables. La intensidad en la inversión intangible destaca en algunos sectores como el de Fabricación de material de transporte (79,9%), por encima incluso del de Fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos (63,3%), el segundo en el ranking sectorial. A estos dos les siguen, en orden decreciente, los subsectores Fabricación de maquinaria y equipo; Industria textil, confección, cuero y calzado; Manufacturas diversas; Coquerías, refino e industria química; Productos de caucho y plásticos; Metalurgia y productos metálicos, Alimentación bebidas y tabaco y, en último lugar, Madera, corcho, papel y artes gráficas, con un peso de la
Una vez analizada la evolución de los activos intangibles durante los periodos 1995-2019 y 2014-2019 en España y sus regiones (hasta 2018 en este último caso para los AIPIB y 2020 para los AIMAPIB), este capítulo ofrece la información desagregada por sectores de actividad. El rasgo más característico es la gran diferencia existente en la intensidad de penetración de la inversión en activos intangibles entre sectores. De hecho, la especialización española, concentrada especialmente en sectores menos intensivos en el uso de intangibles, como el turismo, explica en buena medida el retraso de la economía española en materia de inversión intangible y, en consecuencia, en el avance de la productividad agregada. Entre los grandes agregados sectoriales, y para el año 2019, destaca la intensidad de la inversión en activos intangibles realizada en las ramas de servicios privados, pues supone casi un 50% de la inversión total, muy por encima del 40,3% del conjunto de la economía,
inversión intangible que se acerca al 22% de la inversión total ( gráfico 4.1 , panel b ). Dentro de los servicios privados la diversidad en términos de intensidad de la inversión intangible es todavía mayor. En este caso, la primera posición, con un mayor peso de los activos intangibles, la ocupa el sector de Actividades financieras y de seguros 11 , seguido de Información y Comunicaciones, Educación privada y Actividades profesionales. En los cuatro sectores el peso de la inversión en activos intangibles supera el 50%, por lo que se invierte más en activos intangibles que en activos tangibles más tradicionales. Esta proporción se invierte en los subsectores del Comercio y Reparación, Otros servicios, Hostelería, Sanidad y servicios sociales privadas, Actividades inmobiliarias y Transporte. En los servicios públicos la Educación también muestra una presencia superior de los activos intangibles sobre los tangibles (suponen casi un 70% de las
11. Este sector se caracteriza por presentar una cifra de inversión negativa (desinversión) en activos tangibles no residenciales en 2019, razón por la que el peso de los activos intangibles sobre la inversión total ampliada supera el 100%.
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