Incite a su hijo o hija a llamarlo si necesita que alguien le lleve seguro a casa. Si recibe esa llamada: Recoja a su hijo o hija y llévele a casa a salvo. Mantenga la calma y no se enoje de camino a casa. Si se ha roto la regla del hogar establecida, elija el momento adecuado más pronto posible para hablar juntos sobre las consecuencias. Puede ser mejor esperar hasta el día siguiente. Hable de nuevo sobre las reglas y las consecuencias. Usted sólo quiere que él o ella esté libre de peligro. ¿PODRÍA SU HIJO O HIJA TENER UN PROBLEMA DE ALCOHOLISMO? Estas son algunas señales de que sus hijos pueden tener un problema con el alcohol: Falta alcohol en botellas o latas de su casa. Ha descubierto alcohol escondido en su mochila o habitación. Están usando mentas para el aliento o enjuague bucal en exceso, esto puede ser un intento de enmascarar el olor del alcohol.
Su comportamiento es más flojo y pasivo. de lo habitual, y no se preocupan tanto por cosas que antes solían interesarles, ni por su apariencia personal. Son inusualmente agresivos o rebeldes. Frecuentan amistades diferentes y son más reservados de lo habitual. Tienen dificultades con sus calificaciones o faltan a la escuela. Piden dinero prestado con más frecuencia. Actúan como si estuvieran ebrios e intoxicados, tropezándose o moviéndose con torpeza, arrastrando la lengua al hablar y tienen una mirada apagada, desenfocada o con los ojos rojos. Estas señales sugieren que su hijo o hija puede tener un problema de alcoholismo: Si cree que su hijo o hija podría tener un problema de alcoholismo, no le dé la espalda al problema.
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