Menos tiempo de espera y un mejor diagnóstico en un departamento de urgencias de un hospital
Dos características comunes de las salas de urgencia de los hospitales son el elevado número de interacciones humanas y los altos tiempos de espera. La automatización tiene el potencial de reducir la espera e incrementar la productividad, debido a que los médicos y enfermeros pueden concentrarse en entregar los mejores resultados y las máquinas encargarse de las actividades más rutinarias, como registrar y dar de alta a pacientes y dispensar las recetas (Ver la ilustración, “Futuro de un departamento de urgencias altamente automatizado”). Otra de las opciones para reducir los tiempos de espera es el uso de dispositivos móviles para monitorizar constantes vitales y poder hacer un diagnóstico en remoto. Además, la automatización permitiría incrementar la eficiencia del resto de tareas administrativas que tienen lugar en el hospital. Para poder automatizar todos estos procesos, los hospitales deberían invertir en tecnología, rediseñar los procesos actuales y formar a los profesionales sanitarios para que aprendan a trabajar a diario con sistemas automatizados. Los retos más importantes a tener en cuenta son asegurar la seguridad y privacidad de datos y acostumbrar a los pacientes a tratar con máquinas. En los departamentos de emergencias de Estados Unidos, del 80 al 85% de los pacientes no tienen cita previa y un porcentaje parecido son dados de alta con alguna medicación. Los pacientes interactúan con muchos empleados del hospital. En primer lugar, con los recepcionistas del hospital que recogen y validan información médica. Los enfermeros monitorizan las constantes vitales, piden pruebas y redirigen al paciente al médico en caso de que sea necesario.
Los médicos examinan al paciente, le prescriben la medicación necesaria, deciden si es necesario ingresar en el hospital o redirigir al paciente a un especialista. Los técnicos de laboratorio realizan las pruebas y análisis. Finalmente, el personal administrativo del hospital tramita la documentación necesaria y el alta. Al menos algunas de estas actividades podrían automatizarse completa o parcialmente, incluyendo el trabajo inicial de recopilar información del paciente, comprobar las constantes vitales del paciente y pedir las pruebas necesarias. Las pruebas en sí son potencialmente automatizables, y también toda la gestión administrativa para dar de alta a un paciente. Algunas tareas de los médicos también son potencialmente automatizables, no solo el registro de datos que ocupa una parte importante de su tiempo, sino incluso algunas de las tareas de diagnóstico, procedimientos médicos y cirugía. Por ejemplo, en radiología, los ordenadores ya están analizando los resultados de los rayos X o de los TACs. Sin embargo, la transición a un diagnóstico completamente automatizado no va a ser fácil, principalmente debido a la dificultad de aceptación por parte de los pacientes y a la dificultad técnica de integrar información de diferentes fuentes.
FUENTE: A future that works; automation, employment and productivity, Mckinsey Global Institute, Enero 2017
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