Al Dia - US Spanish - 202207

ARTÍCULO DE PORTADA

para tratar de salvar lo poco que quedaba de su empresa editora. “Nadie quería que me quedara sin hogar”, relata Kristian, “pero tenía esas cuentas por cobrar y no quise abandonarlas así como así”. Tras empacar sus pertenencias y enviar a Kristin y a los niños a Washington, Kristian afrontó sus problemas íngrimo durante seis meses. Se pasó varias noche abatido y acalorado durmiendo en su furgoneta blanca en el calor de Texas, hasta que un amigo le dejó dormir en su oficina después de las horas laborables. Se despertaba cada mañana muy temprano para salir antes de que llegaran los empleados y se pasaba todo el día visitando los negocios que le debían. Por desgracia, esos negocios, afectados por su propia inestabilidad financiera, tampoco podían pagar sus cuentas. Y los que podían le daban a Kristian unos $20 o $50 aquí y allá para que se mantuviera a flote. Por último, todo se derrumbó para él una noche en la que estaba en Costco. “Al terminar el día, me puse en la fila para comprar un perro caliente y una bebida que costaban $1.50”, cuenta. “Cuando me tocó el turno de pagar, traté de sacar el dinero confiado en que tenía por lo menos eso, pero solo tuve $1.43. Ese fue un momento crucial para mí. Regresé a mi furgoneta, pero no encontré nada de dinero, así que empecé a caminar por todo el estacionamiento buscando unas monedas hasta que Costco cerró. No fue suficiente. Por primera vez en mi vida me fui a dormir sintiendo que el estómago se comía a sí mismo”. Salir a flote La situación de Kristian empezó a mejorar cuando dejó de dormir en la oficina de su amigo y pasó a un dormitorio en la casa de ese mismo amigo durante unos pocos meses. Luego comenzó a trabajar en el negocio de

Un vislumbre de la orilla Por esas cosas del destino, casi al mismo tiempo que Kristian se vinculó al mundo multinivel, el Director Ejecutivo 4 Kent Wonnell le habló por primera vez acerca de Melaleuca. Pasaron nueve años en los que Kent se mantuvo en contacto con Kristian y Kristin, hasta que finalmente ellos decidieron inscribirse en Melaleuca en 2008. “El detergente para la ropa y la pasta de dientes no eran lo suficientemente llamativos o interesantes para mí, así que no le hice caso a Kent”, cuenta Kristian. “Estamos muy agradecidos con Kent por haberse mantenido en contacto durante tantos años y por habernos presentado al Director Corporativo 9 Ed Bestoso. Creo que Kent comprendió muy pronto que buscábamos estabilidad y tranquilidad. Él me ofreció precisamente lo que yo estaba tratando de lograr para mi familia”. No obstante, cuando Kristian y Kristin se inscribieron, no reconocieron de inmediato la importancia de ser constantes para desarrollar su negocio Melaleuca. “Pensé que el avance a Directores Superiores solucionaría todos nuestros problemas económicos”, dice Kristian. “Así que cuando avanzamos a Directores 9 después de un par de años, esperábamos ansiosos la llamada para decirnos que habíamos avanzado a Directores Superiores, pero esa llamada nunca llegó. “Estuvimos a punto de ser Directores Superiores, pero me sentía tan agotado mental y emocionalmente que me di por vencido. Entonces empecé a buscar otra vez cualquier cosa deslumbrante, cualquier cosa en la que pudiera ganar un montón de dinero con suficiente rapidez como para no quedarme sin hogar. Todo parecía ir bien hasta octubre de 2011”.

Ver como todo se hundía Cuando Kristian por fin se convenció de que era capaz de proveer una vida mejor para su familia lejos del sector multinivel, fundó una pequeña empresa editora que publicaba una revista trimestral de publicidad que se distribuía en varios sectores de Austin (Texas). Pero, en lugar de tener éxito, quedó rezagado en todo esperando que le pagaran los casi $50,000 que le debían varios clientes. Al mismo tiempo que los padres de Kristin habían llegado a visitarlos desde Washington, Kristian recibió una llamada de su arrendador con la amenaza de que enviaría al alguacil para desalojarlos si no pagaban el alquiler. No le dijo nada de la llamada a Kristin ni a sus suegros, sino que salió a visitar a todos los negocios que le debían dinero, con la esperanza de reunir lo suficiente para pagar el alquiler y aplacar el problema. Por desgracia, su esfuerzo resultó infructuoso. “Los padres de Kristin no tenían idea de lo mal que estábamos”, dice Kristian. “Estaba tan acostumbrado a vivir en una situación económica precaria que era algo normal para mí. Finalmente, tres días antes de que llegara el alguacil, tuve que decirles a Kristin y a sus padres lo que estaba sucediendo”. “Me moría de vergüenza”, cuenta Kristin. “Me avergonzaba que mis padres nos vieran en esa situación y que tuvieran que pasar por ese trance con nosotros. Finalmente tocamos fondo y se nos acabó el tiempo. Confiaba en que Dios nos protegiera. En medio de todo, fue un alivio renunciar al control sabiendo que por primera vez no teníamos salida. No nos quedaba más que afrontar las consecuencias de nuestros errores. Aunque estaba aterrorizada tenía esperanza, porque sabía que era la única manera de salir adelante”. Kristin y sus dos hijos fueron a vivir en el cuarto de huéspedes de la casa de sus padres en Washington. Kristian se quedó

18 JULIO 2022 | MELALEUCA.COM

Estos resultados no son típicos. Sírvase consultar las “Estadísticas de ingresos anuales” en la pág. 58 para ver los resultados típicos.

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