Los desafíos para el futuro de la FP en España
Las Administraciones Públicas llevan años haciendo un gran esfuerzo para coordinar un sistema educativo que defina y desarrolle la competencia digital de los estudiantes, del profesorado y de todos sus trabajadores. El im- prescindible camino hacia la digitalización de la Formación Profesional remonta sus inicios a finales del siglo XX con iniciativas pioneras de profesores innovadores y comprometidos, que, junto a empresas, centros de trabajo, escuelas y Administración, hicieron irremediable el lan- zamiento de los conocidos como Planes 2.0. La crisis sanitaria global de los últimos meses no ha hecho sino acelerar y consolidar este proceso hacia la digitalización de las institu- ciones educativas. Pero, aunque el avance ha sido sustancial, la realidad es que el año 2020 ha supuesto una prueba de estrés impredeci- ble para entender el potencial, los desafíos, las oportunidades y las limitaciones en la digitali- zación de la Formación Profesional. Por ello, para responder a los retos y sacar provecho de los beneficios detectados, en cualquier caso, será necesario trabajar y poten- ciar algunos aspectos, que todavía limitan su implementación efectiva dentro del sistema: • La línea de base en cualquier estrategia de digitalización empieza por la dotación de recursos y medios adecuados y equitati- vos. Aunque los esfuerzos de los últimos años han tenido un impacto favorable, siguen siendo insuficientes. El resultado es
un reparto desigual de dispositivos, conec- tividad y recursos materiales entre territo- rios, entre centros de la misma ciudad o, incluso, entre profesorado y estudiantes de un mismo centro. • En segundo lugar, la desigualdad y la brecha de acceso a la conectividad y a los dispositivos no se limita solo al ámbito educativo, sino que se relaciona directa- mente con la familia y el entorno socioe- conómico. La brecha en el hogar impacta directamente en la brecha escolar, ya que la falta de dispositivos y de conexión en el núcleo familiar no se compensa con su uso en el horario escolar, y el uso intensivo de los dispositivos móviles no supone una garantía de una mejor competencia digital. • Por último, la digitalización de la Forma- ción Profesional no se limita solo a la base técnica, necesita avanzar hacia las compe- tencias digitales de estudiantes, profesores y trabajadores de la administración edu- cativa. Ya que, sin la alfabetización digital adecuada del profesorado, es difícil crear una cultura competente y de alfabetización digital madura y segura con el alumnado. La digitalización de la FP debe inexorablemen- te incidir en el cambio de metodologías do- centes. Estos cambios deben ir orientados no solo a la utilización de recursos digitales sino también a una orientación de los mismos al learning by doing.
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