Los desafíos para el futuro de la FP en España
El tejido empresarial español está compuesto por una gran red viva y versátil de micro y pe- queñas y medianas empresas. Así mismo, en la Unión Europea las pymes superan el 90% de las empresas y representan casi el 60% de su facturación total. Como un reflejo de esta rea- lidad, gran parte de los estudiantes de Forma- ción Profesional se espera que encuentren su lugar en el mundo laboral gracias a una pyme. Los ecosistemas de emprendimiento y la creación de start-ups están muy vinculados al tejido empresarial de las pequeñas empresas. En un momento histórico donde el emprendi- miento se ha alineado con la mejora social, es necesario impulsar la relación y colaboración de las pequeñas empresas con la Formación Profesional y con la realidad educativa de los estudiantes.
Las prácticas profesionales son una de las estrategias más comunes para crear sinergias entre centros educativos y entornos empresa- riales, sin embargo, no son la única vía. Si bien la colaboración con grandes empresas facilita las prácticas de un mayor número de estudian- tes, la colaboración con las pymes supone una oportunidad para: • iniciar proyectos en todo contexto, realidad y barrio, más vinculados con la realidad local; • generar dinámicas de enseñanza y aprendi- zaje donde la empresa se pueda involucrar más en las clases y proyectos del centro de Formación Profesional; • diseñar microprácticas o microestancias formativas tanto para estudiantes como para profesores; • el diseño de módulos profesionales de formación en centros de trabajo más ver- sátiles, flexibles y variados, enriqueciendo el tiempo de prácticas con distintas empre- sas.
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