ESPECIAL ANUARIO EL ECONÓMICO l 183
TURISMO
2.079.541 07-08-2024
Línea del Indicador de Presión Humana por día en 2004, 2014 y 2024
2014 2024
2.000.000
1.975.791 07-08-2014
2004
1.500.000
1.216.864 07-01-2024
1.661.408 11-08-2004
1.086.734 24-12-2014
1.000.000
913.655 06-01-2004
500.000
0
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre Diciembre
● Viene de la página anterior
los dos únicos meses en los que se superaron las 300.000 personas en la isla. Agosto fue el mes de mayor pre- sión humana con 309.218 personas. El mes con un menor IPH fue diciembre con 148.020 personas,
seguido de diciembre con 150.069. En Formentera, en junio, julio y agosto, el Índice de Presión Humana superó las 30.000 personas. En junio, el día de mayor presión huma- na hubo 30.483; 32.996, en julio y
un total de 34.499 en agosto. Los meses de menor Índice de Presión Humana fueron enero y diciembre, cuando no se sobrepasaron las 10.000 personas. En diciembre había 9.208 y en enero fueron 9.870. ●
el único mes en el que se bajó de las 100.000 personas y se quedó en 99.445. En Eivissa, julio y agosto fueron
Cuando creíamos que lo peor ya había pasado
unos y de otros, estaba alcanzando niveles difíciles de asumir. La necesi- dad de consumo de territorio para la construcción de nuevas viviendas e infraestructuras para dar servicio a toda esta población, fija y flotante, estaba produciendo un deterioro ambiental, paisajístico y del bienestar social que no podía continuar. Aspectos como la movilidad, los con- tinuos atascos de tráfico en poblacio- nes, carreteras y autopistas, la satura- ción en las playas y en las calles de los centros históricos, la producción de residuos, el deterioro de la calidad del aire y el agua, junto a la crisis de la vivienda eran síntomas muy claros de que había que empezar a dar solu- ciones drásticas, y no sólo poner sua- ves parches inútiles. Así parecían entenderlo todos los sectores con un mínimo sentido común. Llegó al Govern Margalida Prohens y tanto ella como algunos de sus compañeros de partido acepta- ron, por fin, que había un problema, y que había que enfrentarse al mis- mo. Creímos, ilusoriamente, que lo peor había pasado, y que existía la posibilidad de acuerdos entre todos los sectores políticos y sociales para ir corrigiendo, con inmensas dificul- tades, la situación en que vivimos. Que podríamos dedicarnos a estabili- zar la situación, rehabilitando vivien- das e infraestructuras, renaturalizan- do costas y trabajando para reducir las emisiones de CO2 para contribuir a contener el cambio climático. Pero las primeras decisiones del Govern empezaron a ser desconcer-
tantes, al estar desligadas del discur- so que nos trasladaban a través de los medios de comunicación. Se aprobó legislación para amnistiar a los infractores urbanísticos, que permite
miento en promociones inmobiliarias especulativas, a pesar de su denomi- nación engañosa como “viviendas de precio limitado”. Un ejemplo de esta aberración es el proyecto de cons- trucción de 60 viviendas en pleno cauce del torrente Es Barranc, en Calvià, ignorando los peligros del cambio climático, los precedentes de la DANA de Valencia y hasta las inundaciones provocadas por este mismo torrente, hace varias décadas. Los promotores i constructores inmobiliarios, felices. Las esperanzadoras declaraciones de algunos de los líderes de familias hoteleras has sido corregidas por el flamante nuevo presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, Javier Vich, quien afirma contundentemente que Mallorca no es un destino turístico saturado. ¿En que isla vive este hombre? ¿o es que intenta tratar sus conciudadanos como si fuésemos idiotas?. Por su parte, la presidenta del Govern se ha apresurado a rebajar sus iniciales posiciones respecto a la saturación para complacer a quienes, de verdad, siguen mandando en esta comuni- dad. El incremento del impuesto turístico, a pesar de su demostrado efecto positivo, ha sido minimizado a un nivel que lo convierte en ridículo. En definitiva, lo peor no ha pasa- do, sino que está por llegar. Que nadie se sorprenda cuando se pro- duzca una reacción de autodefensa contundente por parte de quienes, hartos ya, se niegan a comulgar con ruedas de molino. ●
XAVIER PASTOR OCEANÓGRAFO
Las decisiones del Govern empezaron a ser desconcertantes, al estar desligadas del discurso que nos trasladaban
legalizar actuaciones inaceptables y que resulta, a la vez, una burla a quienes cumplen la ley y un incenti- vo para continuar delinquiendo a quienes no lo hacen. También, desde el Govern se advirtió del fin de las declaraciones de espacios naturales protegidos, tanto en tierra como en el mar. De hecho, se paralizó y archi- vó definitivamente la creación del Parque Natural marítimo terrestre de Ponent, cuya tramitación se había iniciado en el último tramo de la legislatura del Pacto, que contaba con amplio consenso de los sectores sociales, económicos y políticos de Calvià y Andratx. Por otra parte, y amparándose en la crisis habitacio- nal, se ha autorizado -en realidad de ha promovido- la modificación de la normativa urbanística, permitiendo el incremento en altura de los edifi- cios en los cascos urbanos y, sobre todo, convirtiendo zonas de equipa-
Para poder solucionar los problemas es imprescindible, en primer lugar, aceptar que los problemas existen. En los últimos años de la anterior legislatura parecía que la sociedad en general y sus representantes en las instituciones, tanto en la mayoría como en la parte más lúcida de la oposición, empezaban a coincidir en un diagnóstico que los sectores más preocupados de la ciudadanía venían avanzando desde hacía un par de décadas: las islas no aguantan más. No sólo han llegado a sus límites ambientales y de calidad de vida, sino que los han traspasado amplia- mente. Científicos, economistas, políticos de diversas tendencias y hasta los líderes hoteleros manifesta- ban que el impacto del incremento de visitantes y residentes, junto al de las personas llegadas de todo el mun- do para servir las necesidades de
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