l ESPECIAL ANUARIO EL ECONÓMICO 186
EMPRESA
Un punto de inflexión
2024 y las buenas perspectivas eco- nómicas para el año en curso, las empresas siguen instaladas en una época de incertidumbre. Los vaivenes legislativos o decisiones unilaterales del Gobierno central como, por ejemplo, la reducción de jornada o el aumento del Salario Mínimo Inter- profesional (SMI), siguen marcando la actualidad. En este sentido, quiero detenerme en la posible reducción de la jornada máxima legal a 37,5 horas, posible- mente el mayor reto que nos dejó 2024 y que los empresarios posible- mente deberán afrontar, salvo giro político inesperado, a lo largo de los próximos meses. Una reducción a la que, debe quedar claro, las organiza- ciones empresariales no nos nega- mos, pero sí creemos que debe ajus- tarse a las necesidades de cada sector, a las particularidades de cada territo- rio autonómico y que, por desconta- do, debe tratarse en la negociación colectiva, como por ejemplo la de hostelería, cuyo convenio se debe renovar este 2025 para los próximos años. Una medida de este calado debe tener en cuenta elementos clave como son la productividad. La pre- misa extendida por parte del Ministe- rio de Trabajo sobre que la reducción generalizada incrementa la producti- vidad -que, no lo olvidemos, en España está rezagada respecto al cre- cimiento en el conjunto de la Unión Europea-, no se sostiene científica- mente. Estudios con los que trabajan las patronales empresariales señalan claramente que es el incremento de la productividad lo que permite la reducción de las jornadas laborales y el aumento de los salarios. Es decir, junto al contrario de la propuesta del Gobierno. En según qué sectores, como es el caso del turismo, donde la producti- vidad está relacionada con las horas de trabajo, una reducción de la jor- nada provocará no sólo desajustes en la organización empresarial y un mayor incremento de costes labora- les (mayor contratación obligatoria), resultando en una disminución de la productividad. Llevar a cabo reduc- ciones de las jornadas laborales sin incrementos muy significativos de la productividad nos alejaría aún más de las referencias europeas. Pero, sin duda, lo peor de medidas como la referida es la vulneración del diálogo social y el derecho a la nego- ciación colectiva recogido en la Constitución. Un diálogo social que, como ya he dejado claro, es crucial para poder avanzar y que el empuje y crecimiento empresarial se vea refle- jado en toda la sociedad. Esta incertidumbre señalada a
nivel nacional también la vivimos a nivel autonómico ante la falta de una mayoría estable en el Parlament balear -a la hora de escribir estas líneas, la inestabilidad sigue impi- diendo que contemos con Presupues- tos actualizados-. A lo largo de los últimos meses hemos visto acuerdos impensables y sorprendentes como, por ejemplo, que los futuros proyec- tos del Impuesto de Turismo Sosteni- ble tengan que ser ratificados obliga- toriamente por la Cámara autonómi- ca. ¿Qué sentido tiene que los pro- yectos aprobados en la Comisión del ITS hayan de ser debatidos de nuevo en el Parlament? ¿Uno a uno? ¿Con criterios políticos? Y esto, ¿propues- to por los mismos partidos que crea- ron la legislatura pasada la Comisión del ITS? Son decisiones que no tie- nen ningún sentido y desde luego no compartimos.
que es el principal problema que tenemos en Balears después de casi una década de parálisis total y obstá- culos para la construcción y promo- ción de pisos asequibles. Las principales asociaciones del sector en CAEB (ABSI, ABINI, Cons- tructores y Promotores) son optimis- tas, aunque con cautela, sobre el camino iniciado los últimos meses desde la Administración autonómica para ofrecer soluciones a esta dramá- tica situación habitacional. Desde estas páginas pedimos a los partidos que saquen la vivienda de la confron- tación política. La solución no llega- rá de forma fácil e inmediata, pero, o ponemos ya entre todos las medidas reclamadas desde años por el sector, o la situación seguirá lastrando el futuro de las próximas generaciones. Para finalizar creo que, dentro del debate abierto por el Pacto por la Sostenibilidad, no podemos perder de vista que el turismo sigue siendo, y lo será en lo sucesivo, el motor sobre el que pivota más del 40% del PIB balear y que afecta, de forma directa o indirecta, al 80% de nuestra actividad empresarial. Frente a mani- festaciones o conductas que, de tanto en cuanto, descalifican al sector y a quienes generan riqueza y empleo, nuestra postura va a ser contundente y firme; no nos vamos a dejar avasa- llar por actitudes que recogen inclu- so comentarios xenófobos. Nuestros mercados emisores tie- nen que percibir que nos preocupa la sostenibilidad del Archipiélago. Pero no nos podemos confundir, ni mucho menos tolerar nuevos pro- nunciamientos turismofóbicos, com- portamientos ya sufridos en el pasa- do y que sabemos que acaban gene- rando una distorsión de la realidad que perjudica nuestra economía. Vivimos del turismo, somos una tierra de acogida, amable y educada con nuestros visitantes… y tenemos una industria que es elogiada, admi- rada e incluso envidiada dentro y fuera de nuestras fronteras. Vamos a defenderla y a trabajar de la mano para que ese tránsito del sistema turístico sea compatible con la soste- nibilidad del territorio y el bienestar de los residentes. Y lo vamos a hacer apelando al diálogo social, a nuestro trabajo incansable de interlocución ante las Administraciones. Desde nuestra independencia con- tinuaremos interactuando con las administraciones y defendiendo ante ellas los intereses empresariales. Hoy más que nunca debemos apostar por la unidad empresarial y social, por el consenso, para defender las medidas que reclamamos en beneficio del pro- greso, la sostenibilidad y la genera- ción de riqueza en Balears. ●
CARMEN PLANAS PRESIDENTA DE CAEB
Tras dos ejercicios indudablemente positivos como los vividos en 2023 y 2024, con crecimientos económicos estables por encima de la media nacional, el pasado año estuvo mar- cado en Balears por la puesta en escena del Pacto Social y Político por la Sostenibilidad Económica, Social y Ambiental de Balears liderado por el Govern de les Illes Balears, del cual la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) participa desde su inicio de forma activa. Un acuerdo múltiple, que debe alcanzar el mayor consenso posible, alejado de intereses políticos partidistas, que significó un punto de inflexión de cara a nuestra evolución económica y social a corto, medio y largo plazo. Más de 50 representantes de CAEB formaron parte de las 12 Mesas de la primera fase que trabajaron en los aspectos que dieron lugar al docu- mento de Bases para la Agenda de Transición presentado el pasado mes de febrero. En el desarrollo de las medidas que se planteen a partir del citado documento, la Mesa de Diálo- go Social adopta un papel determi- nante, un órgano que para CAEB representa la máxima expresión de la convivencia y trabajo común entre empresarios y trabajadores y que defendemos como elemento clave de desarrollo socioeconómico y de con- tribución al bienestar y la cohesión social. Los empresarios siempre hemos defendido el diálogo social para poder llegar a acuerdos y avanzar en el crecimiento económico, mejorar la competitividad y productividad de las empresas y obtener los objetivos comunes que beneficien a la ciudada- nía en general. En el escenario actual, pese al crecimiento del 3,1% que tuvimos en las Islas a lo largo de
El turismo sigue siendo, y lo será en lo sucesivo, el motor sobre el que pivota más del 40% del PIB de Balears
Desde CAEB insistimos en la nece- sidad de que la clase política deje a un lado los intereses partidistas y dé salida a las iniciativas que, entre todos, estamos reclamando vía el Pacto de Sostenibilidad que, guste más o menos, deberíamos acabar aceptando de forma general. La esta- bilidad política es algo que siempre reclamamos y es la mayor garantía de crecimiento y bienestar. En relación con las medidas que se deban tomar a raíz de la elaboración del documento Bases para la Agenda de la Transición, obviamente siempre generarán controversia entre los sec- tores afectados. Pero, como venimos defendiendo desde el principio de este proceso, la sociedad balear debe- rá tener altura de miras, buscar el mayor consenso posible y ser valien- tes para encontrar un camino en el que el crecimiento económico convi- va con el bienestar de los ciudadanos residentes. Entre las medidas a adoptar por quienes nos gobiernan, aquellas que deben abaratar y facilitar el acceso a la vivienda son absolutamente priori- tarias. El Decreto Ley de Creación de proyectos residenciales y nuevas medidas para crear vivienda asequi- ble para residentes debe ser el inicio que nos permita mejorar, de una vez por todas, la situación de la vivienda,
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