PROTÉGETE A TI MISMO
PROTEGE A TUS AMIGOS
Resistiendo la presión de grupo… Es real. De hecho muchos adolescentes afirman que uno de sus mayores retos es resistir la presión de grupo. ¿Te suena familiar alguna de estas afirmaciones? “Anímate, todo el mundo está tomando.” “¿Si no tomas con nosotros, entonces por qué andas con nosotros? ” “Antes tomábamos juntos, ¿cuál es el problema ahora?” Pero los adolescentes también ofrecen algunos buenos consejos para tomar buenas decisiones. Echa un vistazo a estos consejos para decir no al alcohol. Escoge uno que te parezca bien y adáptalo a tu estilo: Frases simples de una línea: “Así estoy bien”, o “No gracias”. Ofrecer una alternativa: “Preferiría tomar otra cosa”. Inventar una excusa: “Tengo que estudiar para un examen mañana”, o “Estoy súper cansado”. Dar una explicación corta: “Realmente no me gusta el sabor”. Adoptar una posición: “Yo no tomo”.
Juntos. Algunas veces los adolescentes se preocupan más por proteger a sus amigos que a sí mismos. Pero tú no tienes que escoger. Ayúdense mutuamente siguiendo estos consejos:
Hagan un pacto. ¡La unión hace la fuerza! Hagan un compromiso con tus amigos de no beber alcohol hasta cumplir los 21 años y de nunca subirse a un auto con un
conductor que ha bebido. Ten un plan. Antes de salir, determina cómo manejar situaciones incómodas o peligrosas que involucran alcohol en caso de que la noche no salga como pensabas. Presta atención. Si crees que un amigo o amiga tiene un problema con el alcohol, por ejemplo, si toma con regularidad, abandona actividades que solía hacer, o conduce bajo la influencia del alcohol, háblale y habla con un adulto de confianza para mantener a todos a salvo. Llama para pedir ayuda. Si alguien pierde el conocimiento a causa de la bebida y no puede despertar, llama al 911. No dejes que “duerma la borrachera”, porque puede no despertar. Es mejor meterte en problemas que el peligro del envenenamiento por alcohol. Miles de estudiantes en todo el país hacen el compromiso #ProtectUrSelfie cada año.
“Siempre tengo una palabra clave o un texto falso listo de manera que mis padres puedan ayudarme a salir de una situación incómoda. Puedo echarles la culpa a ellos y no verme anticuada en el proceso”. – Sarah, 17 años, Nueva York
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