SUBIRSE A UN AUTO CON UN CONDUCTOR EMBRIAGADO Nuestros estudios muestran que incluso chicos que no planean o tienen la intención de subirse a un auto con un conductor que ha estado bebiendo pueden estar “dispuestos” en algunas circunstancias, por ejemplo si se sienten responsables de ayudar a un amigo a no meterse en problemas o a no salir lastimado. Algún día su hijo puede enfrentarse a esto, y es importante establecer una regla familiar clara. Háblele sobre los peligros de subirse al auto con cualquier persona que pueda haber bebido demasiado. Ayúdele a hacer un plan en caso de que pase por una situación que pone en riesgo su seguridad. Hablen sobre alternativas, como llamar a uno de los padres o a un adulto de confianza para que lo lleve a casa. Recuérdele a su hijo que tomar café u otras técnicas para “recuperar la sobriedad” de hecho no funcionan. No debe depender de estas técnicas para hacer que un amigo sea un conductor seguro y que no ha tomado. Los chicos que no consideran todas las consecuencias son más propensos a subirse al auto con alguien que ha estado bebiendo. Ya que los chicos prestan mayor atención a las consecuencias a corto plazo, los padres necesitan establecer reglas claras de no consumo de alcohol e imponer consecuencias. LOS JÓVENES TOMANDEUNAMANERADIFERENTE Los chicos pueden no planear conscientemente consumir alcohol, pero pueden aprovechar una oportunidad para experimentar. Por ejemplo, pueden estar pasando el rato con amigos en una casa con un gabinete de licor sin llave y decidir abrir un botella porque no hay padres cerca. Algunas veces, los adolescentes planean beber desenfrenadamente (afirmando, por ejemplo, “¡Vamos a emborracharnos!”). Otras veces, pueden verse atrapados en juegos que involucran beber alcohol o fiestas que se salen de las manos. Los jóvenes tienden a involucrarse en períodos de tomar desenfrenadamente, llamados “ binge drinking ”. Esto significa tomar a la vez por lo menos 5 tragos en un período de 2 horas en el caso de los hombres y 4 tragos en el de las mujeres. Los chicos que beben desenfrenadamente tienen una mayor probabilidad de ser empujados, golpeados o atacados, de enfrentar avances sexuales no deseados, de ser asaltados sexualmente o gravemente heridos. También es más probable que conduzcan embriagados, que se suban a un auto con un conductor embriagado, que sufran daños a su propiedad, que tengan sexo sin usar protección, y que se expongan a enfermedades de transmisión sexual, como el SIDA. Hablando sobre el alcohol // Subirse a un auto con un conductor embriagado // Los jóvenes toman de una manera diferente
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