Tenacidad… más que talento
UN MENSAJE DEL JEFE EJECUTIVO FRANK VANDERSLOOT
Aunque la reunión de esa noche fue muy concurrida, recuerdo que me sentí deprimido cuando salí, en gran parte porque le había dado esperanza a María. Le había hecho pen- sar que ella podía hacerlo, aunque yo sabía que iba a fracasar de lleno. Y fue mi culpa, porque le había dicho que cualquiera podía llegar a tener éxito en este negocio, pero en realidad no pensé que ella podía lograrlo. Lo más asombroso de este relato fue (para mí) que María me demostró que estaba equivocado, ¡muy equivocado! Ella llegó a ser Directora Ejecutiva a los seis años de haberse inscrito. La vi desarrollar su negocio lenta pero constantemente. Ella era tenaz y tenía una forma extraña de hacer las cosas. Solía demostrar nuestro jabón líquido limpiando los anillos de la gente, mientras hablaba sobre los productos Melaleuca. El promedio de los pedidos en su grupo era uno de los más altos en el país, y su índice de retención también era uno de los mejores. Los miembros de su organización usaban y entendían nuestros productos. Se quedaron con nosotros para siempre. Los ingresos acumulativos que recibió de Melaleuca llegaron a más de tres cuartos de millón de dólares. Otra cosa sorprendente de la historia de María, es que nunca supe que
individuo. A través de los años, he compro- bado cuán errado estaba. Recuerdo una ocasión en la que una dama se acercó a hablar conmigo después de una reunión. Para efectos de este relato, la lla- maré María, aunque ese no es su verdadero nombre. Ella me dijo lo siguiente: “He estado en muchas empresas multinivel y ninguna de ellas me ha dado resultados. Pero me he dado cuenta que esta no es una compañía multinivel y me gustó lo que usted dijo esta noche. Voy a hacer este negocio y voy a hacerlo muy bien”. Después de unos minutos de hablar con ella, me puse a pensar: “Señora, le voy a dar unos 30 días. Nadie la va a escuchar. Usted no puede hacer este negocio. No está hecha para esto. Todo lo que dice y hace demuestra que no tiene facilidad para comunicarse”. Como comprenderá, a ella no le dije nada de esto, pero lo pensé cuando la miraba a los ojos. Por supuesto, fui amigable y cordial, aunque por dentro sentí pena por ella y me pregunté si acaso era mi responsabilidad decirle: “No se haga esto a sí misma. Usted va a fracasar. No quiero que se haga ilusiones ni que trabaje duro para luego desilusionarse y desmotivarse porque no tiene lo que se necesita”.
“He tratado de analizar qué es lo que separa a los que son tremendamente exitosos de aquellos que lo son marginalmente. Seguro que todos tienen sus propios talentos y habilidades, pero ¿en qué se diferencian? Sin lugar a dudas, ¡es la tenacidad!”.
Hace mucho tiempo aprendí que uno no debe prejuzgar la capacidad de una persona para desarrollar este negocio. Miles de veces he quedado sorprendido al ver quien tiene o no tiene éxito. En los primeros días, cuando recién estábamos comenzando, yo tendía a “prejuzgar” si alguien iba o no a tener éxito en Melaleuca. Mi ‘pronóstico’ se basaba en la inteligencia, personalidad o simpatía de ese
2 CUARTA EDICIÓN DE 2019 | MX.MELALEUCA.COM
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