X. OPORTUNIDADES Y DESAFIOS PARA AVANZAR EN LA DIGITALIZACIÓN E INNOVACIÓN DE IBEROAMÉRICA
Establecer acuerdos inter-partidarios que deriven en estabilidad institucional en temas de innovación y economía digital Una de las razones para sostener la importancia de una política de estado de innova- ción digital es la evidencia de que tanto la direccionalidad de la política como su marco institucional tienen impacto positivo. En una investigación reciente encontramos, me- diante análisis econométrico, que la presencia de un plan nacional de banda ancha acompañado de un cambio institucional en la gestión de políticas públicas TIC, genera un aumento en el índice de digitalización del 3,83% en el año siguiente. A su vez, como consecuencia del aumento de la digitalización, se genera un incremento en el PIB per cápita de entre 0,1859% y 0,2426%, dependiendo esto del estadio de la digitalización de cada país (Katz y al 2015). Este estudio reviste particular importancia en la actualidad y contrasta con la visión de algunos especialistas que recomiendan únicamente mejorar las capacidades regulato- rias y el ecosistema de competencia como medio suficiente para alcanzar el desarrollo digital y alcanzar ecosistemas de innovación. Si bien el marco normativo es fundamental y aún persisten barreras y distorsiones muy importantes, en una región con altos desa- fíos en materia de libre competencia en el sector tecnológico, disparidades geográficas en el acceso y la apropiación de tecnologías y persistentes desigualdades económicas, es dable esperar que la visión del Estado subsidiario no es un camino sostenible para al- canzar ecosistemas de innovación. La importancia del Estado como creador activo de economías digitales y sociedades del conocimiento ha sido central en países avanzados como Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Singapur, Israel o Suecia. Todos estos países cuentan con instituciones y estruc- turas socioeconómicas muy diferentes entre sí, pero comparten un rol del Estado activo en su capacidad de planificar el desarrollo de la industria vinculada con la economía di- gital y sostener su estabilidad. Chile es un ejemplo regional interesante y aleccionador en el que las sustentabilidades de las políticas de innovación digital van de la mano con su desempeño, pues ocupa el primer lugar en el índice de digitalización en América Latina y forma parte del grupo avanzado junto con la mayoría de los países de la OECD. En Chile, la política ha reco- nocido la necesidad de desarrollar el entramado digital con el objetivo de superar la vulnerabilidad de la economía en su dependencia del comercio de pocos productos. Las tecnologías digitales se hacen presente en la agenda de Gobierno en Chile a finales de la década de 1990. Una mirada en profundidad del caso chileno demuestra que su importancia en la agenda guberna- mental ha ido creciendo con un gran impulso al sector a partir del año 2000. A partir de estos años, Chile comienza a posicionarse a través de políticas específicas como un nodo digital en el cono sur, en concordancia con su estrategia de desarrollo de poten- ciar la productividad y competitividad global de su economía. La trayectoria chilena evidencia una situación de continuidad en sus estructuras político-instituciones pos re- cuperación democrática en comparación con otros países de América Latina, lo cual es uno de los factores que favorecen el actual tratamiento de la cuestión TIC como política
INICIATIVAS EMPRESARIALES Y POLÍTICAS PÚBLICAS PARA ACELERAR EL DESARROLLO DE UN ECOSISTEMA DIGITAL IBEROAMERICANO
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