XI. CONCLUSIÓN
y otro 45% a generación renovable. El crecimiento del consumo tiene también implicaciones en términos de digitalización del sector. Además, existe una co- rrelación entre crecimiento económico y consumo eléctrico, por lo que con un mayor crecimiento y desarrollo a través de la digitalización, la necesidad eléctri- ca puede incrementarse aún más. Mirando hacia el futuro, la digitalización de la cadena de valor de la producción eléctrica permitirá un mejor aprovechamien- to de la electricidad. América Latina debe examinar la experiencia de países más avanzados en este aspecto, en particular el caso de España, en lo que se refie- re al avance en tres áreas específicas: 1)mejora de la eficiencia, la productividad y aumento de la vida útil de los activos, 2) optimización e inteligencia de la red eléctrica, y 3) provisión de servicios integrados al usuario (aunque este ultimo concepto es quizás relativamente avanzado dadas las prioridades de inversión). En este contexto, es fundamental preguntarse cuáles podrían ser las iniciativas que podrían ser tomadas, tanto en Latinoamérica como en Europa, para mejo- rar la eficiencia y optimizar los costes del suministro eléctrico. En primer lugar, es necesario clarificar el marco regulatorio que se aplica sobre la utilización de la información de consumo de los usuarios para que se puedan ofrecer produc- tos y servicios ajustados a las necesidades de cada cliente. Al mismo tiempo, la consolidación de un mercado eléctrico armonizado en ambas geografías per- mitirá aprovechar las condiciones de masa crítica que contribuyen a estimular la inversión. En tercer lugar, es necesaria una planificación conjunta (público- privada) para definir las necesidades reales en base a la demanda eléctrica y los recursos existentes, y desarrollar un plan a largo plazo para dar respuesta. Y para su ejecución, resulta imprescindible contar con un marco regulatorio estable y predecible que atraiga la inversión. Por último, es clave destacar el valor funda- mental de la red eléctrica en términos de fiabilidad y seguridad de suministro con el fin de garantizar el buen funcionamiento de los procesos productivos e impulsar el crecimiento económico y el bienestar social. En este sentido es ne- cesario velar por la seguridad de la red evitando que las pérdidas no operativas y la morosidad afecten negativamente a la prestación del servicio. • Armonización de la regulación del sector financiero: los servicios finan- cieros pueden llegar a ser considerados en términos del bien producido como un elemento constitutivo del ecosistema digital. Este sector se encuentra atra- vesando un proceso de disrupción, desintermediación de la cadena de valor, e introducción de nuevos modelos de negocio habilitados por las plataformas y tecnologías digitales. Iberoamérica no está al margen de este proceso. Con ello, es importante que los gobiernos del espacio iberoamericano consideren la for- mulación de marcos regulatorios que garanticen la seguridad y confidencialidad en el tratamiento de información de los usuarios (identidad digital), así como una regulación específica para la aparición de conceptos digitales disruptivos tales como blockchain. Sin perder la flexibilidad para adaptarse a las nuevas tendencias innovadoras, el marco regulatorio de servicios financieros debería propugnar un equilibrio en obligaciones y derechos entre los diferentes partici- pantes del sector, empresas tradicionales y competidores disruptivos.
INICIATIVAS EMPRESARIALES Y POLÍTICAS PÚBLICAS PARA ACELERAR EL DESARROLLO DE UN ECOSISTEMA DIGITAL IBEROAMERICANO
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