¡Todas las Madres tenemos superpoderes !
Ser madre una ilusión… llegar a serlo una bendición.
El sentimiento materno es algo tan maravilloso que te provee todas las fuerzas y energías para vencer cualquier dificultad que se presente y por más nervios que tengas o te creas cobarde, logras salir adelante por el bienestar de tu criatura. La veía tan frágil que no fue hasta cumplir sus dos (2) años que me sentí confiada en sacarla a la calle y llevarla al maternal. Desde entonces, mi CAMI ha sido una triunfadora, muy aplicada en sus estudios y muy enfocada en lo que quiere para su porvenir. Somos las mejores amigas, somos cómplices y estamos concentradas en nosotras, en nuestro compromiso, en nuestra responsabilidad mutua para alcanzar una vida plena en valores y que con el acompañamiento de Dios y el espíritu de mi Padre sentimos que nunca estamos solas en esta gran tarea. En el próximo 31 de Agosto cumplirá sus 20 años! mastitis aguda, que para poder extraer mi leche era todo un ritual muy doloroso porque no existían los extractores modernos de hoy día. Todo este proceso durante sus primeros tres meses… Exhorto a todas las Madres a fortalecer su entrega y dedicación a sus hijos cultivando grandes valores morales que los preparen para un mañana seguro, como dice Sigmund Freud: “Yo he encontrado que las personas quienes se sintieron preferidos o favorecidos por sus Madres dieron evidencia en sus vidas de una autorrealización y un optimismo inconmovible que se expresa en atributos heroicos y profundo éxito en sus vidas”
Cuando tienes la determinación en alcanzar un propósito en tu vida, no importa el tiempo ni las circunstancias, todo es posible con la gracia de Dios. Como toda mujer, soñé con tener un matrimonio semejante al de mis Padres (66 años unidos hasta que faltó Papi), pero esos modelos están en extinción y pasan los años… sientes un gran vacío, mucha soledad y en tu interior solo piensas: que diferente fuera mi vida si tuviera un hijo conmigo, que llenara todo mi espacio, y así tomé la decisión de tenerlo como Madre soltera y fui bendecida con el embarazo de mi CAMILA. Durante mi embarazo todo marchaba bien, hasta llegar a las 34 semanas que presenté hipertensión, lo cual impedía que mi bebé se alimentara y al concluir las 38 semanas hubo que practicarme cesárea de emergencia, logrando sacarla milagrosamente porque apenas tenía 3 libras. Recuerdo que cuando la sacaron yo solo decía: ¿por qué no llora?, ¿por qué no llora?…y era que la estaban revitalizando! Sin importar las condiciones de su bajo peso, esa cosita tan pequeñita que apenas me la mostraron en una mano, me hizo sentir la felicidad más grande de mi vida, una emoción indescriptible, algo único que no se compara con ningún otro acontecimiento. Me partió el alma cuando me dieron el alta y la tuve que dejar en la incubadora durante 4 semanas. En su condición, solo podía alimentarla con leche materna y para colmo de males yo sufrí una
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