COMPETENCIAS DIGITALES Y COLECTIVOS EN RIESGO DE EXCLUSIÓN EN ESPAÑA
El indicador de habilidades digitales es útil para describir niveles generales de alfabetización y habilidades en el uso de Internet y manejo de software a lo largo del tiempo y se compone de cuatro dimensiones o áreas: información, comunicación, resolución de problemas y habilidades de manejo de software . Se trata de indicadores compuestos que se basan en la selección de una serie de actividades realizadas por individuos entre 16 y 74 años en los últimos 3 meses o el último año. En este contexto se asume que los individuos que hayan realizado ciertos tipos de tareas y actividades tendrán un determinado nivel de habilidades, sirviendo como aproximación de las competencias digitales de la población. De acuerdo con la variedad y complejidad de las tareas realizadas se calculan distintos niveles de habilidades para cada una de las cuatro dimensiones. Finalmente, se calcula el indicador global de competencias digitales a partir de los resultados de las cuatro subdimensiones, que se desagrega en cinco niveles: no evaluables, sin habilidades, habilidades bajas, habilidades básicas y habilidades avanzadas 10 . En este apartado nos centramos en el análisis del porcentaje de individuos entre 16 y 74 años con habilidades básicas y avanzadas según sus características demográficas y socioeconómicas, aunque también se darán las cifras del resto de individuos —es decir, los que no alcanzan las habilidades básicas—. Asimismo, se proporciona información del porcentaje de personas que realiza cada una de las actividades contempladas en las cuatro subdimensiones para entender mejor la lógica de estos indicadores y la intuición detrás de cada uno de ellos.
El análisis que se realiza en este capítulo es de carácter descriptivo, sin que del mismo se puedan inferir causalidades entre las variables analizadas (por ejemplo, entre las características socioeconómicas de las personas y el porcentaje de las mismas que realiza un determinado tipo de actividad en Internet). Será en el apartado 6 donde, a través de un análisis de regresión multivariante, será posible analizar de forma aislada el efecto de cada una de esas características sobre las habilidades digitales de la población. Así, por poner un ejemplo, la correlación (que no causalidad) negativa que existe entre la edad y el porcentaje de la población que utiliza Internet para una determinada actividad puede deberse a que entre la población mayor hay una mayor concentración de inactivos y población con estudios básicos, mientras que entre los más jóvenes hay un mayor número de estudiantes o población con mayor nivel de estudios que tienen una mayor propensión al uso de las nuevas tecnologías (muchos de ellos son nativos tecnológicos al haber nacido ya en la era de la expansión de la telefonía móvil y del acceso a Internet). Con el análisis de regresión multivariante del capítulo 6 será posible aislar el efecto de cada una de las variables por separado. Con objeto de comprobar si existe un posible «efecto COVID» que pueda haber intensificado el uso de determinadas tareas y actividades, pondremos especial atención en la comparación de la variación que ha tenido lugar de 2019 a 2020 con la que tuvo lugar de 2018 a 2019 en aquellos casos en los que la información disponible lo permita. En algunos casos, desgraciadamente, solo hay datos de 2019 y 2020, por lo que no es posible analizar la posible existencia del «efecto COVID», dada la naturaleza cambiante de la Encuesta TIC-H, para la que no fue posible calcular las habilidades digitales en el año 2018 dada la ausencia en el cuestionario de ciertas preguntas fundamentales para el cálculo del indicador.
10. Como se describe en la metodología, si bien en las cuatro dimensiones hay cuatro categorías de competencias («avanzadas», «básicas», «sin habilidades» y «no evaluables»), en el índice global de habilidades hay cinco niveles («avanzadas», «básicas», «bajas», «sin habilidades» y «no evaluables»).
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