07 | CONCLUSIONES
Determinantes de las habilidades digitales • El análisis conjunto de los determinantes de las habilidades digitales confirma los principales mensajes obtenidos en los apartados descriptivos anteriores: resulta fundamental centrar la atención en los grupos más mayores de población, en los inactivos y en las personas con estudios básicos, que son las características que mayor brecha digital muestran con respecto al resto de personas (en especial los jóvenes, las personas con estudios superiores e incluso medios, y los estudiantes). • Las características identificadas como más débiles (estar inactivo, poseer estudios solo básicos, tener 55 o más años, tener un bajo nivel de ingresos, y en menor medida ser de nacionalidad extranjera o ser mujer), una vez tenido en cuenta el efecto del resto de características analizadas, siguen siendo significativas, por lo que se trata de efectos sistemáticos y consistentes en todos los análisis realizados. Evidentemente, personas que reúnan más de una de estas características consideradas como más débiles se encontrarán en situación mucho más desaventajada, ya que ciertas características suelen venir de la mano de otras: no es infrecuente la situación de persona mayor inactiva y con estudios básicos, al igual que no es infrecuente encontrarse con personas con estudios superiores de edades medias o más jóvenes. • Los efectos marginales estimados cuantifican el impacto de las características analizadas sobre la probabilidad de pasar de un nivel a otro superior de habilidades digitales. El género es la variable que menor impacto tiene, ya que, todo lo demás constante, ser mujer implica en 2020 tener solo un 2,9 % más de probabilidad de tener habilidades bajas y un 3,2 % menos de habilidades avanzadas que los hombres, sin
que haya diferencias en habilidades básicas. Ser extranjero tiene algo más de impacto, ya que conlleva un 9,7 % más de probabilidad de tener habilidades bajas y un 10,2 % menos de habilidades avanzadas que ser nacional, sin que haya diferencias en las habilidades básicas. • La edad y el nivel de estudios contribuyen en mucho mayor grado a explicar las diferencias en la probabilidad de poseer un determinado nivel de habilidades digitales. En el primer caso, los jóvenes de 16 a 34 años tienen un 25,7 % más de probabilidad de tener habilidades digitales avanzadas y un 23,1 % menos de solo bajas, en comparación con los mayores de 55 años. El efecto marginal de tener habilidades avanzadas es menor al pasar de una edad media (35-54 años) a otra mayor, con un 11,6 % menos de probabilidad de tener habilidades digitales bajas en comparación con los mayores de 55 años. En el caso del nivel educativo, es la variable con el mayor efecto marginal, ya que poseer estudios superiores supone un 36,2 % más de probabilidad de tener habilidades digitales avanzadas y un 34,2 % menor de tener bajas en relación con las personas que tienen estudios básicos. Pasar de un nivel de estudios básicos a medios supone aumentar un 17,6 % la probabilidad de tener habilidades digitales avanzadas. • Ser estudiante, controlando por el resto de características, supone tener un 34,8 % más de probabilidad de alcanzar un nivel de competencia digital avanzado y un 28,1 % menos de habilidad baja que los inactivos. Estar en una situación de inactividad penaliza el nivel de competencias digitales, así como la situación de parado frente a ocupado, aunque entre estos dos últimos colectivos las diferencias en el impacto marginal son reducidas. Por otro lado, la probabilidad de alcanzar mayores competencias digitales aumenta a medida que lo hace el tramo de ingresos mensuales netos del hogar.
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