dear en busca de hembras en celo, lo cual disminuye el riesgo de peleas y accidentes. Las hembras esterilizadas también suelen ser más estables en su comportamiento, evitando las molestias del celo y com- portamientos asociados como el maullido excesivo en gatas. La castración es también una herramienta esencial en la ges- tión de la población animal. La sobrepoblación de mascotas es un problema grave que lleva a un aumento en el número de ani- males abandonados, muchos de los cuales terminan en refugios. Al controlar la reproducción, se reduce la cantidad de anima- les sin hogar y se alivia la carga sobre los refugios de animales. Esto también ayuda a reducir la transmisión de enfermeda- des entre animales callejeros y mascotas. Desde un punto de vista ético y social, la castración contribuye al bienestar general de las comunidades. Una menor población de animales callejeros significa menos problemas de salubridad, menos riesgos de accidentes y una convivencia más armoniosa entre humanos y animales. También fomenta una tenencia
responsable de mascotas, al evi- tar el nacimiento de camadas no deseadas que muchas veces ter- minan en situaciones de maltrato o abandono. En resumen, la castración es una práctica veterinaria esencial que mejora la salud y el comporta- miento de las mascotas, controla la población animal y contribuye al bienestar general de la socie- dad. Como médicos veterinarios, promover y realizar la castración es una responsabilidad ética y profesional que beneficia tanto a los animales como a las comuni- dades en las que vivimos.
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