Los artífices: dos siglos de educación en México

En 1934, como profesor en la Escuela Central Agrícola de Tamatán, Tamaulipas, destacaba el papel social de la educación pública. Concebía la escuela como una comunidad en la que el aprendizaje no ocu- rriría solo en el aula y no se debía limitar a lecciones académicas. Educar sería “darles a los niños, a los jóve-

nes y a los adultos, la más completa conciencia de sus derechos políti- cos, sociales y humanos. Asimismo, el maestro tenía el compromiso de mostrar los caminos y procedimientos más adecuados para el ejercicio de estos derechos”. Ocupó diversos cargos, entre ellos los de director e inspector de escuelas primarias; director de escuelas agrícolas; director de escuelas normales rurales, como la de Galeana, en Nuevo León, y la Gral. Matías Ramos Santos, en San Marcos, Zacatecas; inspector de enseñanza nor- mal, y jefe de Misiones Culturales en Querétaro, Veracruz y Tabasco.

Fundó y estableció una red de normales rurales en diversas regiones del país, con el objetivo de formar maestros especializados. Reconoció la necesidad de con- tar con profesionales capacitados y comprometidos, que comprendieran las particularidades y los desafíos de es- tas áreas. Valdés promovió reformas curriculares que res- ponderían a las necesidades específicas de las comuni - dades rurales. Buscó métodos de enseñanza novedosos y prácticos, que permitieran a los estudiantes desarro-

llar habilidades relevantes para su vida y entorno. Su enfoque pedagógico se centra- ba en la participación activa de las comu- nidades en el proceso educativo, valorando los conocimientos y recursos locales.

Made with FlippingBook. PDF to flipbook with ease