Los artífices: dos siglos de educación en México

Rosaura Zapata se graduó en 1898 como profesora de la Escuela Normal para Maestros de la Ciudad de México y en 1902, a petición de Justino Fernández, entonces mi- nistro de Instrucción Pública, viajó a varias ciudades de Estados Unidos para estudiar la organización y el funcionamiento de los parvularios de ese país. De regreso a Mé- xico se le comisionó, junto con Estefanía Castañeda, para que organizara los pri- meros jardines de niños de la Ciudad de México, el Federico Froebel y el Enri- que Pestalozzi, los cuales fueron diri- gidos respectivamente por ambas. Durante aquellos primeros años del siglo pasado, las ideas de modernidad fueron el eje rector del gobierno, y la Secretaría de Instrucción Pública no fue la excepción. Justo Sie - rra y Ezequiel A. Chávez, las dos máximas autori- dades de esta, crearon un programa de misioneros pedagógicos, cuyo objetivo era enviar al extranjero a profesores y profesoras mexicanos con el fin de importar e implementar en suelo mexicano las ideas europeas y estadounidenses sobre la educa- ción. Este fue el caso de Rosaura Zapata, quien en 1908 viajó a Europa y ahí permaneció du- rante dos años. A su regreso al país, estalló el movimiento revolucionario, lo cual impidió el desempeño normal de sus labores docentes; no obstante, en 1915 fundó en Veracruz el primer jardín de niños de la entidad.

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