a la cual le dio el nombre de Escuela Nacional de Maestros y donde tuvo oportunidad de materializar su visión educativa. El plantel se construyó fuera de la zona urbana para que tuviera una amplia extensión y pudiera contar con campos deportivos, hortalizas, jardines y granjas. Aguirre re- formó el plan de estudios incrementando la carrera a seis años (incluida la secundaria); señaló la obligatoriedad de impartir cursos modernos de pedagogía, con base en el conocimiento de la infancia mexicana; y privilegió las técnicas integrales sobre las metodologías especiales para enseñar la lengua nacional, geografía y aritmética. La muerte prematura de Lauro Aguirre, en 1928, no impidió que su legado sea patente en la formación de maestros hoy en día.
En 1917, Lauro Aguirre estableció la Escuela de la Fronda, en Ciudad Victoria, Tamaulipas. Fue la pri - mera experiencia de un colegio al aire libre en México. En el programa de estudios se institu - yeron la clase de Educación Física y la ense- ñanza agrícola por medio de la experiencia y el contacto directo con la naturaleza.
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