Rafael Ramírez Castañeda (1885-1959)
Una escuela rural de tipo moderno y de espíritu progresivo tiene que ver no solamente con la educación de los niños, sino también con la instrucción de los adultos y con el mejoramiento de la comunidad, tomada por entero. M anuel M. Cerna cuenta que, en el ocaso del siglo XIX o en la aurora del XX, Rafael Ramírez Castañeda, un adoles- cente veracruzano, trabajaba en una hacienda registrando el “haber” y el “deber” de los peones, la mayoría de ellos, analfabetos. Recordemos que, en el México de entonces, una pequeña élite había amasado una concentración extrema de poder y riqueza, mientras que la mayoría de la población vivía en condiciones de pobreza y carecía de derechos básicos. Para Cerna, también maestro, la experiencia
de Ramírez Castañeda en la hacienda despertó un anhelo de justicia social, pero también la vocación redentora de la docencia, que lo llevaría a con- vertirse en el guía y en uno de los creadores de la escuela rural mexicana: “El conocimiento de los números, cuartillas y reales, que servía para asen - tar el jornal de hambre, o para llevar la cuenta de los créditos que otorgaba la tienda de raya,
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